Narra Ari
-Bueno chicos, hasta mañana – nos despedimos de todos en la puerta de mi casa ya que los demás para ir a la suya tienen que pasar por aquí y entramos Álvaro y yo. Abrimos la puerta del patio y después de recorrerle entero llegamos a la que es la casa de mis padres. Y es que si, en mi familia estamos tan unidos que en vez de tener una única casa en el pueblo, la de mis abuelos como seria lo normal, mis abuelos tienen la de toda la vida y como el patio era enorme mis padres se hicieron otra más pequeña ahí y mi tío se adueñó de la buhardilla. Total, para lo que van, tampoco les hace falta gran cosa
-¿Qué te han parecido mis amigos? – le pregunto mientras abrimos las maletas para sacar los pijamas
-Son la leche – me dice riendo
-La verdad es que sí. Por eso me gusta tanto estar con todos ellos, porque nunca paras de reír. Y eso un día normal. En las fiestas es esto elevado al millón – le digo entre risas
-La gente del pueblo siempre es la mejor. Además como se ven cada mucho tiempo las relaciones se suelen consolidar más – me dice quitándose la camiseta
-Álvaro y sus sabias palabras
-Mira que eres boba – se acerca a mí y me besa apasionadamente. Yo le sigo el juego y seguimos besándonos mientras yo acaricio su espalda desnuda y él se va deshaciendo de mi sudadera – Ari… No sé si es el mejor sitio… - me dice cómo puede mientras seguimos besándonos
-No te preocupes, estamos en la otra punta del patio. Aquí no hay nadie. Solo tú y yo – le digo recalcando las dos últimas palabras. Nos volvemos a besar y poco a poco nos vamos deshaciendo de la poca ropa que nos queda ya. No paramos de besarnos en ningún momento. La pasión y la lujuria se apoderan ahora mismo de la habitación. Nos separamos un poco y mientras Álvaro se pone un preservativo que ha sacado de su cartera yo me voy colocando mejor en la cama. Él se vuelve a tumbar sobre mí y esta vez comienza a jugar con mis pechos cuando de repente noto un fuerte empujón dentro de mí que ahogo en un grito
-Shh. Esta noche eres mía nena – me dice con una voz ronca que me hace estremecer. Sigue entrando y saliendo de mi cada vez con más fuerza. Yo paso mis manos por su espalda hincando suavemente las uñas mientras echo la cabeza hacia detrás como consecuencia del placer que ahora mismo me está dando Álvaro. Cada vez aumenta más y más el ritmo hasta que freno. Ahora me apetece tomar a mí el control. Con un brusco movimiento me coloco encima de él y comienzo a moverme sobre sus caderas. Me inclino hacia adelante y comienzo a comerle el cuello literalmente. Él mientras agarra mi trasero fuertemente, lo cual hace que me ponga más cachonda aun si se puede. Casi sin darme cuenta se vuelve a colocar encima mío. Dos, tres o quizá cuatro embestidas más y se deja caer encima mío a la vez que los dos soltamos un grito de puro placer…
Narra Álvaro
Me despierto debido a los rayos de sol que entran por las rendijas de la persiana. Levanto un poco la cabeza y veo a Ari con su cabeza apoyada en mi pecho. Adoro dormir así con ella. Comienzo a acariciarla el pelo hasta que empieza a ronronear
-Buenos días peque
-Mmm buenos días – levanta la cabeza y me mira con su espléndida sonrisa - ¿Qué tal dormiste?
-A tu lado de una forma inmejorable – se incorpora un poco y me da un beso en los labios. Mira el reloj que hay en la mesilla y se deja caer sobre la almohada
-Oh, no me quiero levantar – dice con voz perezosa – Pero hay que ir haciéndolo, mis abuelos nos estarán esperando y a las doce empieza el partido
-Sí, será mejor que nos levantemos no sea que la niña se pierda a su Racing – la digo con rintintin con la única intención de picarla, cosa que consigo
Narra Ari
Salimos de la cama y después de vestirnos entre risas salimos de la casa de mis padres hacia la de mis abuelos. Nada más entrar por la puerta ya puedo oler el dulce aroma de las tostadas de mi abuela. Y es que diréis que tienen de especial unas tostadas. Pues las de mi abuela lo son. ¡Están riquísimas! Entramos a la cocina y después de dar los buenos días comenzamos a desayunar. Terminamos al cabo de unos minutos y después de recoger todo y miro la hora. Las 11:45. Me voy otra vez a mi habitación para ponerme la camiseta de mi equipo y tras las múltiples risas de Álvaro por verme tan contenta porque iba a ver el partido nos vamos hacia la peña otra vez. Y es que resulta que al ser un partido de segunda b solo le dan por la cadena de pago y esa en casa no la tenemos. Abrimos y nos encontramos allí con Koke y Manu echando una partida de cartas.
-¡Hombre la racinguista! – grita Koke nada más verme
-¡Hola!
-¿Nos toca ver el partido verdad? – dice esta vez Manu
-¿Acaso lo dudas?
-¿Tú la has visto las pintas? – dice Álvaro entre risas
-¡Oye! Yo amo los colores de mi equipo ¿vale? – le digo mirándole por encima del hombro, el cual me queda por cierto un poco alto
-No, no, y yo del mío, pero no voy así – sigue riéndose junto con Manu y Koke y yo cada vez me mosqueo más
-Ah ¿pero tú tienes de eso?
-Pues claro. ¡Del Atleti a muerte!
-Mira ya tenéis otra cosa en común – dice Manu y nos miramos desconcertados – los dos soy sufridores natos – lo suelta todo serio y nos empezamos a reír todos
Comienza el partido y Álvaro que nunca me ha visto en acción con el fútbol alucina. Grito, salto con los goles e insulto. Sin faltar los cantos de la Gradona, esa que nunca falla, que los canto allá donde voy. Más o menos en eso se basa el partido.
……………………………….
-Álvaro cariño, que vamos a un pueblo. No hace falta arreglarse tanto – le digo mientras le veo ponerse una cazadora de vestir
-Sí, pues es que no he traído nada más de abrigo
-Ay, de la capi tenías que ser hijo mío. Te voy a tener que vigilar porque todos en sudadera y tu así… Se te van a tirar al cuello – le comento mientras me maquillo un poco delante del espejo
-¿Te me vas a poner gatita? – se me acerca por detrás rodeándome la cintura con sus brazos y depositando un beso en mi hombro que queda descubierto por la blusa que me he puesto hoy
-Más bien me tendré que poner loba. Hoy vas demasiado violable – le suelto seria y mirándole a esos ojos verdes que siguen hipnotizándome día a día. Se me queda mirando también y me coge la cabeza de forma violenta empotrándome contra la pared para empezar a besarme igualmente. De una forma súper violenta pero que me vuelve loca
-Has puesto mi mundo patas arriba – me dice mirándome a los ojos. Le doy un beso esta vez bastante más suave y continuamos arreglándonos – me encanta como te queda esta blusa
-Álvaro, no te me pongas después de lo que acabas de hacer en plan peloteo ¿eh?
-Encima que te tiro piropos
-A mí si me los tiras me los tiras de los buenos. De esos que lanzan los obreros – le digo en tono chulesco
-¿Acaba de salir el sol? ¿O me has sonreído? – escucho eso salir de su perfecta boca y me sale una sonrisa tonta
-Un poco flojo, pero precioso – me agarro a su cuello y le beso – y ahora vamos que seguro que ya están todos en la plaza – me pongo la cazadora y salimos de casa. Pasamos por la de mis abuelos para despedirnos y salimos a la plaza donde ya están todos esperando. Carrión nos espera
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Arriesgar sin pedir cuentas (Álvaro Auryn)
FanfictionAri. Chica norteña de 21 años que vive en Madrid debido a sus estudios de periodismo y a la vez huyendo de su familia de bastante dinero y retrógrada. Álvaro. Chico madrileño de 24 años que ahora mismo está cumpliendo un sueño: ser cantante Una boda...