Arriesgar sin pedir cuentas (Álvaro Auryn)

Capítulo 37

Bueno, antes que nada quería deciros que no se si voy a poder llevar a cabo la idea de crear un Instagram de la novela ya que, al crear una nueva cuenta en el móvil, este no me funciona. Misterios de la vida. Si alguien sabe como solucionarlo o me da alguna otra idea para hacer algo parecido... ¡Bienvenido sea!

Y bueno, después de esto, os dejo con un nuevo episodio, esta vez más de la vida de Ari

Un besooo

Angy :)

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Narra Ari

Tras hora y media de viaje por fin hemos llegado al pueblo.  Mi padre aparca en la puerta de casa para poder sacar más cómodamente las maletas y después va a aparcarlo a los sitios que hay en la plaza que hoy no son muchos. Se nota que es navidad y la gente viene a pasar las fiestas con la familia. Observo los coches y veo que aún no está ninguno de mi familia. Eso quiere decir que hemos llegado los primeros. Mejor. Cogemos cada uno nuestra maleta y entramos a casa de mis abuelos. Primera parada: la cocina. Allí están dos de las personas que más quiero en este mundo. Mis abuelos

-¡Hola! – digo feliz entrando en la cocina

-¡Mi niña! – deja mi abuela lo que tenía en la mano y viene rápido a abrazarme

-Güela... - nos separamos y saludo a mi abuelo de igual forma

-Hola mama – dice mi padre dando dos besos a mi abuela – hola papa – repite la acción con su padre. Mi madre se mantiene más al margen. Nunca se ha llevado bien con mis abuelos – Bueno, vamos a dejar las maletas a casa

-Nosotros vamos ahora – dice Leire sorprendiendo a todos los allí presentes. Salen mis padres por la puerta y mis hermanos saludan con un emotivo abrazo a los abuelos

-Vuelven a ser ellos güela. Los que fueron siempre

-Por fin hijos... No sabéis la alegría que me dais

Estamos allí un buen rato hablando con mis abuelos y poniéndoles al día hasta que nos vamos a nuestra casa a dejar las cosas. Nos instalamos y voy a la habitación de Leire junto con Mario.

-Chicos, voy a ir ahora a la peña. Supongo que ya haya allí alguien. ¿Os parece si les comento ahora lo vuestro y ya esta noche venís? Es que si no quizá quede un poco brusco...

-¡Claro! – contesta Mario sonriente. En el fondo les hace mucha ilusión poder unirse al grupo – nosotros vamos a ver ahora una peli

-Vale. Bueno pues marcho

Cruzo el patio y voy en dirección al local. Cuando abro la puerta me encuentro que solo están allí Koke, Inés y Rubén, como siempre, tirados en el sofá.

-¡Ari! – gritan todos desde el sofá

-Sí, sí, pero no os levantéis a saludarme no sea que os de un tirón – les miro mal. Me acerco a dar un par de besos a cada uno – Anda va, hacedme un hueco

-La última y exigiendo... - dice Rubén mientras se echa a un lado dejándome un hueco

Hablamos allí de todo un poco y les comento lo de mis hermanos. Como esperaba, acceden todos encantados. Siempre me preguntaban por ellos y por qué no venían y hoy, por fin, va a suceder. Me dicen que les mande un mensaje para que vengan ahora y eso hago. A los diez minutos están entrando por la puerta. Pasamos allí un buen rato entre risas y juegos.