2

354 50 0
                                    

Ese día cure a Tobirama y por ruegos de Hashirama y (orden) de su hermano menor me quedé allí con ellos, comentandoles y enseñandoles algunas cosas básicas de mis conocimientos de mi isla, que para ellos parecía ser un mundo completamente desconocido.

.
.
.

—¿planeas estar conmigo todo el tiempo que este aquí? — pregunto al albino que me sigue de forma vigilante y cuidadosa a mi lado, eso no evita que su paso no sea firme y con la cabeza al frente.

La aldea sigue creciendo y mientras paseamos por la zona todos lo miran con admiración,  es un hombre digno de admirar y a pesar de que al principio lo considere una rata blanca quizás no era tan así.

—el tiempo que estés aquí— repite mis palabras como si las pensara —¿cuanto tiempo será?

Revoleo los ojos y no respondo, miro a nuestro alrededor y los brillantes ojos de las personas al verlo me llenan de curiosidad, —¿que futuro tienes visto para este lugar? — pregunto y me mira con una ceja en alto, —tu hermano es demasiado blando, ¿Tu quieres ser un líder Tobirama?

Me mira unos segundos y cuando pensé que me daría una respuesta dice; —eso no te incumbe.

Resoplo como si ya hubiera esperado esa respuesta.

— que aburrido eres, y desagradable.

— metida— gruñe sin mirarme. Pero unos minutos después parece repensar mí idea. — obvio que después de Hashirama lo seguiré yo, tendré un mandato más fuerte que ésto, y después...— se queda callado unos momentos.

— ¿y después?— pregunto impaciente y gruñe.

Si no le sale humo de la nariz es milagro.

— lo continuarán mis hijos.

No me lo esperaba pero lo veo y me detengo unos momentos, para casi al instante de forma desconfiada.

— ¿¡Estás casado?!— chilllo y todos nos miran, las viejas empiezan a susurrar y creo que arranque un humor errado por la cara que me dirige la rata albina delante mía.

— ¡Pero claro que no!— se enojo de la misma forma y los cuchicheos paran por su voz imponente.

— pues no, quien te soporte— ironizo y llevo mis ojos a un lado para evitar sus fuertes ojos en mí como si me quisieran prender fuego relativamente, — entonces tienes planes pero no con quién cumplirlos.

Esta vez me dejó de contestar hasta que llegamos a la casa de Mito Uzumaki, quien había invitado a Hashirama, Un tal Madara, a tobirama y a mí, Hashirama me había pedido que tenga mucha paciencia con tobirama porque aveces podía ser un poco...
.
.
.
.
.
.
Brutal... Pensé cuando resonó el fuerte golpe en la mesa.

Madara Uchiha era alto y muy fornido, tenía un cuerpo grande y un cabello tan largo y oscuro hacía abajo que solo le daba una figura más intimidante.

Llegué y lo mire con completo temor, es algo inevitable, tobirama y Madara me asustaron mucho la primera vez q los vi, en mí pueblo natal todos eran flacuchos, no por falta de alimento sino por simple genetica, y los que más trabajaban su cuerpo eran altos y esbeltos.

Los albinos y grandulones siempre son los villanos ladrones asesinos.

Me sentía segura con tobirama, porque supe que no era malo, pero esa... Aura amigable pero que se veía tan oscura de Madara era muy distinta, así que al momento d llegar y saludar, di un paso más cerca d tobirama casi a estar pegada a el, pareció notar mí pequeño temor, pero no hizo ni dijo nada más que poner su mejor o peor cara de piedra a Madara.

𝐋𝐈𝐑𝐈𝐎𝐒 | 𝐓𝐎𝐁𝐈𝐑𝐀𝐌𝐀 𝐒𝐄𝐍𝐉𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora