One shots de los integrantes de Daft Punk, Guy-Manuel de Homem Christo y Thomas Bangalter.
[Escritos por @AnalogueBubblebath y @AvsDeRoy] / [Daft Punk x Reader]
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FUISTE LLAMADA POR EL MÁNAGER DE LA BANDA PARA DAR MANTENIMIENTO A LOS CASCOS. A pocos días del viaje a Japón, los cascos robóticos presentaron un fallo en su sistema de proyección, por lo que, necesitaban urgentemente un contacto cercano que poseyera conocimientos ingenieriles y electrónicos. Por suerte, Cédric Hervet conocía a la persona perfecta para el trabajo.
Encontrándose en una de las habitaciones del piso en Francia, en donde el dúo francés pasaba la mayor parte del tiempo, el francés agradeció la asistencia de la joven; quien se presentó lo más rápido posible junto con el equipo necesario guardado en una mochila que sostiene entre manos. Internamente emocionada por presenciar el lugar de inspiración de ciertos robots, observó con admiración ambos cascos, posicionados en una mesa frente a ellos, en donde el francés le estaba describiendo de manera general las deficiencias que cada uno tenía.
—...Como resumen —suspira después de calmar su acelerado ritmo—: El casco plateado dejó de programar correctamente, las palabras aparecen repentinamente sin poder ser controladas —señala mientras la joven se acerca al objeto para observar el inusual comportamiento del visor—; El dorado simplemente no prende —finaliza sin remedio mientras observa a la fémina posar la vista en el segundo casco. Al finalizar la inspección general de ambos, ella se dirigió hacia el angustiado hombre que aguardaba por su respuesta; «Descuida, lo arreglaré en un santiamén». Ante su contestación, el francés no dudó en demostrar con gran alivio su gratitud—. Por favor tómate tu tiempo y no dudes en avisar si requieres de algo —agrega con premura y emoción. Acto que ocasionó una ligera risa por parte de la chica; «¡Sí, señor!», finalmente bromea imitando un saludo militar. Acto seguido, el mánager se despide cordialmente, y así, cierra la puerta de aquella habitación para darle espacio para centrarse en su labor.
Posicionando la mochila, con algunas herramientas dentro, sobre la mesa de madera y adquiriendo una cómoda posición en la silla, la joven agarra primeramente el casco dorado, ya que es el más fácil de trabajar. (Nunca le gustó programar). De esta manera, y con meticulosidad al sostener el casco, comenzó la reparación del mismo entretanto contempla el liso y negruzco visor junto con el marco dorado que sobresale atractivamente. A lo que sonríe ligera e inconscientemente al recordar a quién le pertenece.
Es entonces que escucha como unos pasos se aproximan hacia el cuarto; sin embargo, el sonido de las pisadas se detiene por unos segundos antes de asomarse por la venta a un lado de la entrada, para después, abrir sigilosamente la puerta.
