One shots de los integrantes de Daft Punk, Guy-Manuel de Homem Christo y Thomas Bangalter.
[Escritos por @AnalogueBubblebath y @AvsDeRoy] / [Daft Punk x Reader]
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HOY ESTÁS DE CELEBRACIÓN. Deberías estar celebrando tu cumpleaños con tus amigos, y hablar de cuáles son tus metas en la vida. Se supone que los cumpleaños son los mejores días de tu vida, ¿no?
Sin embargo, estás luciendo tu pijama favorito de rosas, ese que tanto te gusta llevar, sentada en el sofá de tu asqueroso apartamento y luciendo unas pantuflas cerradas que cubren tus pies para evitar que puedas helarte.
Hoy es tu cumpleaños número veintidós y lo único que has recibido son varias felicitaciones de tu familia, que solo se han dignado a llamarte por teléfono ya que viven en la otra punta del país. Te culpas por que tal vez pensaste que estudiar y trabajar en París iba a ser la mejor cosa del mundo y que tu vida cambiaría por completo. Ya sabes, París es la ciudad del amor. París es la ciudad de la moda, de lo independiente, de la música techno, del cine. De todo lo moderno y alternativo en general.
Desplazas la cuchara por ese helado de sabor de vainilla que tanto te gusta, mientras vuelves a recordar que es tu cumpleaños. Que estás viendo las noticias, que incluso siguen siendo pesimistas, pues el reportero, que oculta su cara de cansancio bajo esos polvos de maquillaje, anuncia a sus telespectadores que el transporte público de París subirá su precio debido a la grave contaminación que está sufriendo todo el país.
¿Pero por qué estás realmente sola el día de tu cumpleaños? Te preguntas una y otra vez registrando los contactos de tu teléfono, mientras observas como las teclas cambian de color una y otra vez. Parece que ahora ese es tu único entretenimiento. Ves el número de tus amigos. Entonces estallas en ira.
Tus mejores amigos, si podías llamarlos así, habían decidido que ir al centro de la ciudad para disfrutar de un concierto era mucho mejor que ir al cine para ver tu película favorita y disfrutar de una noche llena de música en cualquier club céntrico de la ciudad.
Contemplas los boletos de la película que hoy ibas a ir a ver con tus amigos esparcidos sobre la mesa de madera, y sientes una angustia tremenda. Es tu veintidós cumpleaños y estás sola en casa ¿como puede ser posible?
Te sientes tan triste que decides que es mejor sacar la tarta de chocolate y galletas que compraste y las velas con el número "22" que ahora para ti serán inservibles para el resto de tus días. Buscas un encendedor sobre uno de los cajones viejos con polvo que tienes en tu apartamento.
Entonces de repente suena el teléfono.
Igual es Vicent, tal vez se ha disculpado y ahora quiere volver a casa y darte la mejor sorpresa de tu vida. Igual, Charlotte te llamó llorando y quiere que volváis al cine. O tal vez Anna, quiere regalarte esa camiseta que tanto te gustaba y que lleva en una de esas bolsas con la Torre Eiffel grabada.
