La estudiante

11 0 0
                                    

Eduardo estaba bajando del salón, ya estaba empezando a oscurecer y cuando llegó a la cocina se encontró con Alis, que lo miraba feliz mientras le ofrecía sentarse, había preparado de comer, un delicioso pollo con especias y un pay de limón como postre, sin duda se había esforzado en hacerlo, Eduardo miro toda la comida feliz, Alis siempre había sido muy buena cocinando, le gustaba mucho.

-¿A qué se debe el buffet?- preguntó Eduardo, mirándola curioso pero feliz, tomando asiento en una de las sillas.

-Es una disculpa- le dijo Alis seria -Y un agradecimiento- le dijo mientras ponía un plato frente a él, bien decorado con un poco de arroz al lado, tan blanco como la nieve.

-¿Por qué, exactamente?- preguntó mirando el plato y después a ella.

-Recuerdas la pregunta que me hiciste? si de verdad amo el baile o si no...- dijo tomando asiento frente a él en el comedor, después lo miro muy seria -Tu amas el baile, Eduardo, verte bailando y disfrutándolo tanto, ver a mi mamá tan apasionada por zapatear y moverse en el escenario me hizo quererlo también- 

Alis tomó un poco de vino y lo puso en su copa, después lleno una para Eduardo -¿Pero..?- preguntó Eduardo esperando el resto de la platica.

-Pero no me hace tan feliz como a ustedes, y no me hace tan feliz como hornear y prepararte un delicioso pastel- le dijo mirándolo atenta a su reacción.

-Es una lastima...- dijo Eduardo tomando un sorbo del vino -Es una lastima que no hayas preparado esto antes, me alegra que por fin te dieras cuenta- Después la miro feliz, y extendió la copa para brindar -Por tu futuro como la mejor chef-

-Salud- dijo ella, después le dio un sorbo a su bebida y solo pudo hacer cara de asco.

-No habías probado el vino antes, ¿verdad?-

-Nop- respondió limpiándose la boca y bajando el vaso, Eduardo solo termino su copa tranquilo y de paso la de Alis.

-Acepto las disculpas, y el agradecimiento- y la miro feliz, después comieron tranquilamente, no pasó mucho para que se les uniera María que llegaba del ensayo. -¿Cómo te fue?- preguntó Eduardo.

-Bien, no hubo más problemas en el ensayo y aceptaron dejar los lugares como los organicé, ahora solo es cuestión de esperar- dijo María cansada, parecía que trabajar con Julio no solo era agobiante para Eduardo.

-¿Y por qué te buscaban?- Preguntó Alis sirviéndole un plato.

-¡Cierto!, Voy a participar como jurado en el evento internacional, afortunadamente la jueza Laura Alejandra me reconoció y me invitó a participar- Dijo ahora más animada, recordando la platica que había tenido cuando la sacaron del salón de prácticas.

-¿La más estricta? ¡Excelente!, vamos a celebrar eso también- dijo Alis animada mirando a su mamá y sirviéndole vino.


El día terminó bien, la comida estaba deliciosa y Eduardo se sentía mejor después de haber bailado a solas un rato, ahora podía dormir tranquilo y seguir adelante con los ensayos el día de mañana.

-¿Cómo que se va, maestra?- decía Jorge, mirándola sumamente sorprendido y decepcionado -No puede dejarnos solos para el evento internacional-

La noticia les había impactado a todos, esa mañana María había aceptado participar como jueza y había sido invitada a un viaje en Rusia antes de las finales. Debían explicarle las reglas y era algo parecido a la invitada de honor de Laura Alejandra, la estricta jueza.

María se quedo callada pensando, tal vez era mejor idea no participar, así podría estar con sus alumnos, porque seamos honestos, si no podía cuidarlos a unos metros de distancia mucho menos desde otro país.

Báilame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora