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Pythia Roberts

Siendo sincera, no creí que estaría sentada en este tren sin saludar a mi madre antes de comenzar un nuevo año escolar en Hogwarts. Mi padre, por su parte, jamás nos ha acompañado. Aunque una parte de mi por un momento creyó que debido a las circunstancias este año eso cambiaría; no fue así. Maldito ministerio de magia...

Tomé mi libro para empezar a leer en cuanto el tren comenzará a andar. Personalmente nunca me mareé al leer en movimiento, una característica tonta que por alguna razón me agrada a mi, siento que poder apreciar el arte aunque todo este agitado.

-Estúpido Potter- Escupió cerrando bruscamente la puerta del compartimento donde me encuentro ahora mismo

-Buenos días Malfoy- Dije sin despegar la mirada de mi libro.

-Buenos días Pythia- Respondió sentándose enfadado a mi lado- Potter y sus estúpidos amigos. Pff, se cree la gran cosa por tener un rayo en su frente... que estupidez

Había algo que estaba segura que jamás iba a cambiar, Draco Malfoy. Típico niño rico, criado como un superior. Esa corteza dura que aparenta ser duro y rudo pero que solo cubre su pequeño y tierno interior y lo protege de sí mismo. Mientras otros solo ven ese "muro", que tan solo es durlock, yo veo desde hace años, ese corazón sincero, algo torpe, pero conozco al verdadero Draco Malfoy. Esto realmente no justifica ninguno de sus actos hacia los demás, pero si me hace analizarlo un poco más.Ya entenderán.

Algo diario en él era el enfadado con Potter. Casi siempre es por el simple hecho de su existencia, Malfoy siempre está contándome lo que sea que haya sucedido como si le prestara atención aunque ambos sabíamos que no lo estaba haciendo. Lo cual parecía no molestarle ya que en estos 3 años, jamás se quejó.

Éramos amigos desde la infancia. Nuestras familias eran amigas, hasta que por alguna razón estas se alejaron y nosotros igual hasta que nos reencontramos en primer año como dos completos desconocidos, o eso creíamos.

En fin; él fue mi primer amigo en Hogwarts y fue quien estuvo para consolarme cuando mi madre falleció.

Draco tiene la mala manía de sentarse al lado mío a molestar intentando perder en mi lectura. Para mi suerte siempre me acompaña con grageas las cuales le lanzó con el propósito de que me deje en paz. Cuando empieza a anochecer suele quedarse dormido en mi hombro, creo que es mi momento favorito del viaje.

-Draco- dije delicadamente con la intención de despertarlo

-Cinco minutos más- mencionó sin despertar

-Draco- Insistí

-Pythia yo-

-Draco!- Dije enderezandome antes de que este dijera alguna tontería

-Chocamos?- Preguntó sobresaltado

-llegamos imbécil- me reí de su pensamiento infantil

-ah okey- dijo rascándose los párpados para despertarse y disimular un poco la profunda siesta que se había tomado

tomamos nuestras cosas para bajar del tren y dirigirnos al castillo.

- Bueno llegamos, se podría decir que nuestro año escolar ya ha comenzado

-Comenzó cuando nos subimos al tren tonto

-Bueno, pero en el tren estuve algo disperso

-¿Algo?- me rei- literalmente te dormiste Malfoy

Rió y con una sonrisa mientras colocaba su brazo en mis hombros como un abrazo. Lo observé con disgusto e inmediatamente entendió que debía soltarme.

un invierno demasiado blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora