XVI

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-pensé que no vendrías- escupió Pansy causando que quite mi vista de Draco para dirigirla hacia ella.

-me he arrepentido- respondí con una floja sonrisa.

-y cómo has llegado...- esto no olía bien.

-me ha traído mi padre- me puse de pie alcanzando un trozo de pan y volviéndome a sentar.

-cuál- preguntó Pansy con una sonrisa para luego volverse a su comida. decidí no insistir.

a las puntas de las diferentes mesas del gran salón, yacían los alumnos de las escuelas que este año serían parte del gran acontecimiento.

-¿quiénes son?- dije fingiendo no estar enterada de la situación.

-oh no te hemos contado!- exclamó goyle frente a mí- tú lees mucho, lo debes conocer... Este año se llevará a cabo el torneo de los 3 magos.

-¿de veras? oh... entonces ellos deben ser los alumnos de la Academia Beauxbatons y el Instituto Durmstrang, cierto?

-como sabes que escuelas participan?- preguntó pansy

-Fácil, son las escuelas de magia más importantes. no creo que convoquen a cualquiera para este tipo de cosas- algunos acompañantes del instituto durmstrang, junto a filch, dejaron un gran objeto de tono dorado frente la larga mesada de profesores- cuanto creen que dure parloteando?- reí al ver que Dumbledore se acercaba a esta.

-su atención, por favor!- llamó dumbledore- quisiera decir unas palabras- todos los alumnos dirigieron su atención a él, tal como pidió- gloria eterna! Eso le espera al estudiante que gane el torneo de los tres magos, pero para ganar, el estudiante debe pasar tres pruebas. tres pruebas sumamente peligrosas. por eso el ministerio ha decidido imponer una nueva regla. nos explicará todo esto el jefe del departamento de cooperación mágica internacional, el señor bartemius crouch.

unas fuertes luces centellantes, idénticas a rayos de tormenta, comenzaron a hacerse presentes en el techo del gran salón alarmando a todos. de repente, una brillante luz salió de una de las varitas, en el fondo de la oscuridad tras la gran mesada, deteniendo el desastre tormentoso.

murmullos por todo el gran salón fueron lo que se oía luego de que la imagen del mago fuera revelada, ojoloco moody. o bien, el falso ojoloco moody.

-que hace un auror aquí?- preguntó pansy.

-¿creen que busca a alguien? ¿Alguien se escapó de azkaban esta semana?

-por merlin goyle, lo dices como si el que escape alguien de azkaban fuera algo de todos los días...- dije observando a moody.

-mi querido amigo, gracias por venir- saludó albus a ojo loco, quien bajaba los escalones para estrechar su mano

-estupido techo...- maldijo haciéndose a un lado.

-gracias- agradeció Dumbledore volviendo a su lugar.

mi mirada seguía sostenida, al igual que la de muchos, sobre el supuesto auror, quien tomaba de una pequeña botella su poción multijugos.

-después de la debida consideración...- continuó bartemius crouch- el ministro ha concluido que por su seguridad, ningún estudiante menor de diecisiete años podrá someter su nombre para el torneo de los tres magos.- el gran comedor se inundó de abucheos por doquier- la decisión es final.

En un principio maldije por lo bajo por el imprevisto, pero, al ver a aquellos dos gemelos abuchear como si quisieran presentarse a las pruebas, agradecí la orden del ministro.

-silencio!- chilló el director harto de los alumnos y sus quejas.

con su varita en lo alto, Dumbledore comenzó a deshacerse de arriba a abajo de aquella cobertura dorada. Una vez descubierta, esta se dejó ver junto a un fuego de celeste intenso.

un invierno demasiado blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora