Destino

I

- Bienvenida Juliana, dicen tres ancianas al pie de un enorme árbol. El tronco es realmente grueso, es evidente que es un árbol muy viejo. - Ya te estábamos esperando.

Juliana se encuentra confundida, no reconoce donde se encuentra, voltea a su alrededor y solo ve un espeso bosque, iluminado únicamente por la luz de la luna, y por la hoguera que esta justo frente a las tres mujeres.

Sobre la hoguera se encuentra un enorme caldero de hierro forjado con un símbolo completamente extraño para la chica, pero que capta desde un inicio su atención. Son 9 líneas 3 dispuestas de manera vertical y seis de manera angular.

Se escucha el crujir del fuego y el chirriar de las aves nocturnas. El viento de la noche sopla lentamente, meciendo armónicamente las ramas de los árboles. El cielo deja ver claramente las estrellas, en ese azul obscuro que las hace resaltar.

Las ancianas observan a Juliana, quien no tiene idea de porque se encuentra en ese lugar, lo último que ella recuerda es estar preparándose para ir a dormir.

- ¿Dónde estoy? Cuestiona la morena ¿Cómo es que saben quien soy? ¿Quiénes son ustedes?

Las ancianas sonríen ante la catarata de preguntas. Una de ellas, la que se encuentra más cerca del caldero es la que decide contestar.

- Estas en el bosque obscuro, sabemos como te llamas porque nosotras lo sabemos todo.

¿Nuestro nombre?... puedes escoger hay quienes dicen que somos el destino, otros dicen que somos brujas.

Diferentes culturas nos han nombrado de diferentes maneras. Algunos nos llaman Las Parcas, otros nos dicen Las Moiras, Las señoras del Destino, pero digamos que hoy, aquí contigo preferimos Las Nornas.

Mi nombre es Urd y represento lo que ha sucedido, mi hermana en la otra esquina del caldero es Skuld y representa lo que podría suceder, y la tercera de mis hermanas es Verdandi, lo que esta sucediendo. Entre las tres tejemos el destino de los hombres.

Juliana la observa boquiabierta, seguro esta soñando, esto no es posible. ¿Neta, tejen el destino de los hombres?

Le debe haber ganado el sueño. ¿Será que cené de más? Intenta despertar, pero no lo consigue. Sigue en el mismo bosque, frente a las mismas ancianas.

Empieza a notar el fresco del ambiente. Se encuentra parada en medio de un bosque solamente con un batón blanco y totalmente descalza. Quiere moverse, pero su cuerpo no reacciona y su mente tampoco parece estar funcionando.

- Acércate Juliana, le dice la mujer haciendo una seña con la mano.

Juliana obedece de inmediato, dando algunos pasos al frente. La morena siente el calor de la hoguera en las piernas y observa que en el caldero hay una serie de imágenes que se forman en los vapores que salen del mismo. Intenta poner atención en lo que se ve en el caldero, algunas de las imágenes le parecen conocidas. La sensación que le dan las imágenes es de familiaridad.

Le toma solamente un parpadeo a la chica, para que el caldero y la hoguera desaparezcan, en cambio ahora se encuentra una enorme rueca frente a las tres mujeres, que sorprendentemente ya no se ven como ancianas.

Juliana se talla los ojos, tratando de hacer sentido a lo que esta sucediendo frente de ella. Definitivamente esta soñando. ¿Qué rayos esta pasando?, ¿Por qué no puedo despertar?

- Te estas haciendo las preguntas equivocadas Juliana. Le dice Verdandi que ahora es una hermosa y joven mujer de tez blanca, ojos azules y cabello largo, lacio, negro.