Destino

VIII

Valentina lo único que quiere es alcanzar a Juliana, necesita saber que están bien. La necesita cerca, la quiere en su vida, la quiere con ella y se lo tiene que decir ya. No puede seguir postergandolo.

Hoy entiende que su vida con Juliana a su lado tomo un sentido que nunca antes había tenido. La chica de ojos color chocolate se ha vuelto la persona más importante en su vida. Le ha impulsado a romper viejas barreras, a encontrarle gusto a la vida, saca la mejor versión de ella.

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- Ya deberias haber entendido que eres mía Valentina y que vas a terminar casandote conmigo. Nadie más te va a querer.

- ¡Sueltame Lucho! La castaña se removía intentando zafarse del agarre. La gente alrededor miraba sin hacer nada. Cerró fuertemente los ojos en desesperación y su mente voló.

Valentina se encuentra en la cueva muy atenta a lo que las hermanas le estan explicando, hoy llego muy sería a preguntarle a Skuld sobre las almas gemelas. La niña esta sentada en las piernas de Urd, mientras esta hila.

- Te voy a platicar algunas cosas que tienen que ver con las almas gemelas.

Valentina sonrió mostrando ese hueco que se hacía por la muda de dientes que estaba viviendo. Sus ojos brillaban hambrientos de conocimiento.

- Un día vas a encontrar a esa persona que te haga sentir más allá de lo que te hayas podido imaginar. No vas a poder evitar adorar a esa persona, y vas a sentir que tu corazón se derrite por ella. Va a traer alegría, risas, calma y mucha inspiración a tal grado que podrás ver la ilusión frente a ti.

Valentina asentía con una sonrisa muy seria.

- Por una vez en tu vida vas a decir estoy enamorada. Veo un futuro y lo quiero compartir con esta persona. Entenderás que esa alma es mucho más que una lección.

- ¿Puede tener ojos color chocolate? Preguntó la ojiazul con tono curioso, como si estuviera tratando de comprobar algo. Las tres hermanas soltaron una carcajada a la que se unió la risa de Valentina.

- Supongo que si, respondió todavía riéndose Verdandi, encontrando un brillo muy especial en la mirada azul de la pequeña.

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Valentina abrió los ojos, segura de que ya encontró a esa persona, es una confirmación más a lo que le dijeron hace poco Las Señoras del Destino. Es más, esta cayendo en cuenta que desde niña ya tenía una idea de quien era la morena en su vida.

- ¡Te estoy diciendo que me sueltes Luis! El tono fue mucho más fuerte y eso logro que las personas empezaran a intervenir.

Dos jóvenes tomaron a Lucho y lo alejaron de la castaña. Otras dos personas se acercaron a Valentina para asegurarse que estuviera bien. El personal de seguridad se tardó en llegar, pero en cuanto se presento echaron al joven del establecimiento.

Valentina comenzó a marcarle insistentemente a Juliana, sin tener éxito, todas las veces la enviaba a buzón. La castaña resopló frustrada.

"Juls por favor contesta..."

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Juliana estaba sentada en una banca, se sentía mareada y no lograba dejar de llorar. La cabeza le daba vueltas.

Lo que acaba de ver la tiene todavía más confundida. Sabe que lo que esta sintiendo son sus miedos e inseguridades, pero las Señoras del Destino tienen razón. Valentina no ha hecho nada para alimentar estas inseguridades.