Capítulo 30

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Zee observaba con gran asombro como ese par enfrentaba a ese demonio, su trabajo en equipo era realmente perfecto en comparación a muchos guerreros con los que se había topado a lo largo de su vida, realmente estarían bien sin su ayuda, ahora lo importante era continuar con la siguiente parte del plan y para ello era fundamental que él recuperara su energía, dio unos pocos pasos antes de que todo pareciera darle vueltas "¡mierda!", pensó mientras sus fuerzas parecían abandonarlo y sus piernas cedían.

Te tengo, déjame ayudarte – oyó a alguien a un lado para luego sentir que lo sostenían antes de que cayera, sonrió al percatarse que se trataba de Saint, éste tomó su brazo pasándolo por su cuello mientras lo sostenía de la cintura con la otra mano ayudándolo avanzar con menos esfuerzo.

¿Se encuentran bien? – oyeron a alguien decir en cuanto Saint acomodó a Zee cerca de un muro alejado de la pelea.

Majestad – Saint hizo una leve reverencia al percatarse que se trataba de Tul, antes de volver junto a Zee y comenzar a transferirle nuevamente energía – estamos bien, solo necesitamos un par de minutos y estaremos listos.

¿Realmente creen que eso funcione? – Tul preguntó algo dudoso, en su camino al gran salón Max le había puesto al tanto de los planes que estaban en marcha y de los cuales ya solo quedaba la última parte que, por supuesto era la más arriesgada y difícil, ya que todo dependía del éxito de ese plan.

Es lo mejor que tenemos, debemos hacer que funcione – dijo Zee mientras apartaba la mano de Saint, indicándole que era suficiente, puesto que el joven brujo también debía reservar sus energías, observó a su alrededor viendo que finalmente sus aliados habían derrotado a sus adversarios y ahora estaban replegándose en dirección a donde ellos se encontraban con Max a la cabeza, quien asintió apenas llegó hasta ellos – Es hora de empezar.

Tanto Mew como Gulf comenzaban a sentirse cansados, pero aun así trataban de resistir el mayor tiempo posible para darles tiempo a los demás, aunque era seguro que no soportarían mucho más, Aof era un ser con una gran resistencia e incluso parecía que sus fuerzas ni siquiera habían disminuido en todo este tiempo peleando ¿era eso posible?, con ese demonio todo era impredecible.

Deberían solo rendirse, solo están retrasando lo inevitable – Aof quería abrumarlos, lograr distraerlos y así tomar ventaja – saben que no resistirán mucho más tiempo, ríndanse y seré benevolente.

Cierra la maldita boca – Gulf logró asestar un nuevo golpe en el rostro de su enemigo haciéndolo retroceder, estaba cansándose de su palabrería, Aof reaccionó furioso tratando de tomarlo con su aura, pero Mew se interpuso cortando el aura, avanzando y llegando hasta Aof con intención de causarle daño con su espada, pero con un movimiento intensificó su aura para crear un escudo para así no ser alcanzado.

No lo harás – dijo Aof sonriendo de lado, viendo a Mew jadeando, el cansancio era evidente, era cuestión de tiempo para lograr su meta – No volveré a caer en el mismo truco.

¿Quién dijo que era el mismo truco? – Mew sonrió antes de alejarse, dejando a Aof desconcertado – ¡AHORA! – gritó dando inicio al juego final.

Atadura celestial – Aof oyó decir a sus espaldas viendo a Tul a unos pasos de el envuelto en un aura de luz que comenzó a intensificarse cegándolo, para luego sentir como su cuerpo era inmovilizado, cuando la luz disminuyó pudo ver que estaba restringido por cuerdas de luz adheridas al suelo, con furia intentaba zafarse, pero las cuerdas solo parecían tensarse más y más – Es inútil, sabes que esas cuerdas de luz no pueden ser cortadas por un demonio.

¿Cuánto tiempo crees que puedes mantener esto? – miro a Tul con ojos desafiantes viendo el esfuerzo que había tomado de él, ya que Max lo sostenía mientras Tul mantenía el sello de manos – no tienes el poder suficiente para ello, ¡no seas insolente! – rugió con rabia plasmada en su rostro

No puede, es cierto – dijo Saint avanzando hasta donde Tul se encontraba junto con Zee – pero será el tiempo suficiente para expulsarte de ese cuerpo – Saint realizó unas señales de manos a medida que recitaba algo en un lenguaje extraño, Aof sonreía por lo que el joven brujo había dicho, ¿expulsarlo? eso era imposible, pero repentinamente comenzó a sentirse sofocado, su cuerpo entumecido y luego su interior parecía arder en llamas.

¡DETENTE... MALDITO... BRUJO! – gritó enfurecido con los ojos inyectados en sangre mientras jadeaba intentando atacar a Saint, pero las cuerdas no se lo permitían, comenzó a forcejear como un animal desesperado por liberarse - ¡VOY A... MATARTE... AAAAAARG! – un grito abrumador salió de él antes de que una cantidad inmensa de aura negra comenzara a brotar del cuerpo de Aof hasta que finalmente quedó inerte.

¡ZEE HAZLO! – oyeron a Mew decir mientras avanzaba hacia ellos con Gulf junto a él, quien miraba asombrado hacia arriba, Zee asintió desplegando una vez más su barrera conteniendo así un aura sin forma que quedó suspendida en el aire y que poco a poco comenzaba a removerse para crear una forma humana, pero sin rostro, sin piel, sin nada, solo una forma vacía hecha de energía maligna.

¿Esa es la verdadera forma de ese demonio? – Max pregunto con los ojos abiertos mientras observaba a ese ser que apenas y mantenía su forma.

Ese es el verdadero Aof – Zee observaba a esa cosa – hace tiempo que perdió su forma humana, hace cientos de años atrás, ahora es simplemente un ente maligno, un parasito que necesita de un contenedor para subsistir.

¡JAJAJAJAJAJAAJAJAJAAJAJA! – una escalofriante risa se escucho provenir de esa cosa haciendo que a todos se les erizara la piel – ¡SON UNOS MALDITOS BASTARDOS! – una voz distorsionada salía de ese ser maligno que embestía una y otra vez la barrera - NO PUEDEN DESTRUIRME, HAGAN LO QUE HAGAN VOLVERÉ Y LOS DESTRUIRÉ A TODOS, ME OYEN.

No necesitamos destruirte, solo necesitamos asegurarnos de que jamás vuelvas a poseer a un inocente y sin un contenedor, no eres tan poderoso – Zee sonrió haciendo dos líneas en el aire una vertical y otra horizontal formando una cruz, para luego lanzarla hacia la barrera que contenía al demonio haciendo que se dividiera en cuatro partes, sorprendiendo por completo al demonio.

¡MALDITO ¿QUÉ PLANEAS HACER?! – la distorsionada voz sonaba con desesperación mientras volvía a embestir las barreras sin parar, tratando de liberarse como fuera.

Encerrarte en... donde nunca volverás... a salir, ¡chicos los recipientes! – dijo e inmediatamente Saint les arrojó cuatro cristales a Mew y Gulf quienes se apresuraron a colocarlas bajo cada una de las barreras – Es tu turno... Saint – éste asintió y Zee apenas sonrió, estaba visiblemente agotado, pero aún no podía rendirse, un poco más y todo habría terminado.

Sello de cuatro puntos cardinales, Prisión infinita – una vez hechos las señales de mano una rafa de viento recorrió el salón y luego los cristales comenzaron a absorber cada barrera con una parte del demonio dentro, una vez terminada la absorción los cristales cambiaron de cristalinos a un negro liliáceo, lo que indicaba que el sellado fue exitoso. 

Amor InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora