𝗦𝗽𝗶𝗲𝘀 - 𝗭𝗼𝗱𝗶𝗮𝗰 [PAUSADA]

Ｄｏｓ

Cancer:

— Me dan pánico los aviones joder — me quejo al ver uno frente a mi.

— No te quejes — dice Ofiuco a mi lado, nos frena a los seis y nos hace mirarlo — Por favor, colaborad y no la carguéis, confío en vosotros — nos sonríe y nosotros hacemos lo mismo.

Nos deja irnos y Tauro se coloca a mi lado, palmea mi hombros muestras dejamos las maletas.

— Voy a cumplir una de mis fantasías sexuales — sonríe, hago una mueca.

— No es momento, Tauro.

— ¡Oh vamos! Sólo es un trozo de metal, no nos mataremos — se aleja de mi lado y sube la avión.

— Muy buen animador no es — ríe Virgo siguiéndolo.

Los sigo y me siento al lado de Aries, ella parece medio dormida.

— Me he tratado dos pastillas para el sueño, no eres el único con pánico — murmura.

— ¿Podrías escupir una? — me aferro a los asientos cuando un señor cierra las puertas. Ofiuco no viaja con nosotros y no se si eso me tranquiliza o inquieta.

— Son sólo dos horas — escucho a Piscis — Podré hacer mi horario — dice tras de mi, ruedo los ojos.

— Te ayudo — dice entonces Escorpio colocándose a su lado.

— Cuanta tranquilidad — murmura arrastrando las palabras Aries, sonrío y se apoya en mi hombro — Bien viaje — y con eso se duerme. Ahora mismo siento envidia por ella.

Mi pánico por los aviones empezó hace unos cinco años, en un viaje, de estropeó un motor y tuvimos que hacer aterrizaje de emergencia, aún recuerdo la sensación de caer, desde ese momento, no quiero pisar un avión. Mejor tierra, sana y salva. Y eso me hace recordar a mi familia, llevo años sin saber de ellos.

¿Que como terminé aquí? Larga historia y por suerte, tengo tiempo. Todos llegamos por horrendas situaciones, y creo que la mía no es la peor. Mis padres se pasaban trabajando todo el día, hasta tal punto de perder sentimientos por el otro, y terminaron divorciados, era muy pequeño por lo que mis compañeros me decían el partido, ya que los padres de todos los demás no lo estaban, con el tiempo eso se volvió peor y ya sobrepasaba el acoso, por lo que encontré las peores amistades del mundo con sólo quince años, me animaron a que las drogas me harían alejarme de todo el dolor, hasta que las sobrepase, no entre por poco en coma y la custodia se la quedo mi padre ya que había ocurrido con mi madre, sin embargo, no cambié, seguí juntándome con ellos hasta llegar a agredir a un policía drogado, en ese tiempo era menor por lo que acabe internado unos meses, después de eso tiempo cuando pude ser libre conocí a Piscis, el había pasado por algo parecido, o eso me contó él, y es cuando el conoció a Ofiuco, me presento ante el y ambos acabamos aquí dentro.