Imagina ir caminando por los pasillos de la mansion y escuchar quejidos y suplicas desde tu habitación compartida con Bruce.
No pudiste evitar reír al ver lo que pasaba. Alfred había abierto las cortinas de las ventanas y trataba de quitarle las sabanas a Bruce.
Bruce:Alfred, veinte minutos más–decia quejándose como niño chiquito.
Alfred:eso dijo hace veinte minutos.
Entraste a la habitación riendo.
Tn:déjalo Alfred, yo me encargo.
Él cansado de alegar con Bruce salio del cuarto para ir a la cocina a hacer el desayuno.
Aun riendo por la situación, fuiste a las ventanas y cerraste las cortinas. Escuchar a Bruce suspirar aliviado al ya no tener la luz de la mañana impactando con sus ojos fue divertido.
Te acercaste a la cama, tomaste las sabanas y las acomodaste para taparlo correctamente.
Bruce:mi heroina.
Tan solo reíste y te sentaste quedando a su lado. Él puso su cabeza en tus piernas mientras su brazo te abrazaba.
Bruce:ven acuéstate.
Tn:si Alfred viene nos va a matar. Solo estoy aquí para darte unos minutos.
El gruño separándose y acostándose de espaldas.
Bruce:no me importa.
Y rápidamente te tomo de los brazos tirandote a la cama.
Tn:¡Bruce!
Bruce:shh duérmete.
Resignada te acomódaste abrazandolo.
30 minutos después
Alfred volvió a subir a la habitación pues todavía no bajaban al comedor.
Abrio la puerta y se enterneció al ver a la pareja abrazarse entre las sabanas mientras dormían profundamente.
Alfred:lo dejare pasar por esta vez amos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
