❤En la tina

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Narras tú

Estaba en el departamento que compartía con Jason.

Jason, lo extraño.

Espero que llegue de su misión pronto. Me ofrecí a ayudar pero me dijo que no, que no quería ponerme más en riesgo, hace 3 semanas se había ido con los Outlaws, o sea Starfire, Roy Harper uno de mis mejores amigos y Bizarro la cosa más tierna, así que aquí estoy muriendo de aburrimiento.

Se me ocurrió darme un baño en la tina de modo de relajación, así que eso haré, me encamine al baño y abrí el grifo de agua caliente. Abrí un mueble donde habían aceites, sales y velas aromáticas, las encendí y las fui poniendo por todo el baño y luego eche las sales y aceites a la tina. En lo que se llenaba la tina fui al cuarto para quitarme la ropa y ponerme una bata.

Cuando ya estaba llena cerré la llave y agarre un shampoo y le heche a la tina para hacer burbujas, me quité la bata y me introduje en la tina, era tan relajante, pero sería mejor con Jason aquí.

Narra Jason

Por fin acabamos la misión, fue más complicada de lo que creí, lo bueno es que ninguno resultó herido, ahora voy a toda la velocidad que me permite mi motocicleta para poder llegar con ___ y descansar un rato o todo el día.

Cuando llegué al departamento todo estaba en silencio, supuse que estaba leyendo o durmiendo pero no la encontré en el cuarto, fui a revisar en el baño y la encontré en la tina jugando con las burbujas. Ella no se dio cuenta de mi presencia hasta que hable.

—no me esperaste–dije riendo.

Ella me vio sorprendida y luego sonrió.

—¡Jason! ¡hola! No creí que llegarías hoy, si hubiera sabido sí te hubiera esperado–asentí sonriendo.

Ella alzó sus brazos en mi dirección indicando que fuera con ella, así que me empecé a quitar mi traje quedando desnudo. Caminé hacia ella y me metí a la tina. Me iba sentar del otro lado de la tina pero ella me jalo así ella y quede sentado entre sus piernas y mi espalda sobre su pecho desnudo.

Agarro un jabón y empezó a frotar mi pecho, eche la cabeza hacia atrás recargandome en su hombro derecho así pudiendo ver su cara concentrada lavando mi pecho y brazos. Yo mientras acariciaba sus piernas.

—¿Y cómo les fue en la misión?

—bien, fue difícil pero les pateamos el trasero.

—me alegro-dijo viéndome.

Se acercó a besarme y yo con mi brazo derecho rodee su cuello atrayéndola fundiéndonos en un beso tierno y dulce, pero lo intensifique abriendo su boca y metiendo mi lengua. Me levanté para quedar encima de ella recargandome en la orilla de la tina, ella me agarraba del cuello y del cabello empujándome hacia ella subiendo más el nivel del beso.

Nos separamos viéndonos a los ojos y nos volvimos a besar, ella acariciaba mis hombros y espalda, yo sus piernas y costados, ella subió una pierna a la altura de mi cadera haciendo que nuestras zonas se encontrarán.

Ella jadeo y yo gruñi y así empecé a restregarme contra ella, a lo que sus jadeos se convirtieron en gemidos, baje a besar su cuello lamiendo, dejando chupetones y mordidas.

Una de mis manos bajó a su zona íntima y empecé a masajearla, sus gemidos se elevaron un poco, metí un dedo y ella gimo, así hasta que metí tres dedos, cuando ya estaban los tres dedos dentro imite embestidas con estos, a lo que ella se arqueo y saco un gemido de lo más profundo de su garganta, seguí hasta que llego al orgasmo gimiendo mi nombre.

—entra–susurró sintiéndose abrumada por su orgasmo–entra ya.

—como digas–me posicione entre sus piernas y fui entrando muy lento, cuando entre por completo me moví a un ritmo que nuestro tacto era apenas perceptible.

—Jason muévete más.

—Por más que deseara ir rápido con ella, quería hacerlo interesante, y que mejor manera que haciendo que rogara un poco–¿qué? No te escucho–dije dejando de moverme y haciéndome el sordo, ella gruñó y dijo.

—¡que te muevas!- ahí me dio la oportunidad perfecta para torturarla.

De un momento a otro me moví muy rápido y luego muy lento, a lo que gimió sin restricciones.

—¿disculpa?–dije sonriendo, ella se arqueo y posicionó sus piernas enrollándose en mi cadera y sus manos un poco arriba de mi cintura en un intento de acelerar el ritmo.

—Jason–gimió, lo que yo sabía era que al momento de hacer estas cosas no soportaba ir lento, esa era su debilidad.

—¿si?–dije moviéndome lentamente, una de mis manos bajo entre nosotros, torturado con caricias suaves su clítoris, sentía esa dulce sensación de ella apretando cada que entraba y salía lentamente.

—por favor más...–se vio interrumpida ya que entre hasta el fondo-¡rápido! Por favor más Jason, más rápido.

Cuando entré hasta el fondo no aguante así que decidí tomarle la palabra e ir más rápido, empecé a aumentar una y otra vez la velocidad de las embestidas a lo que ella gemía mi nombre más alto haciendo que me encendiera otra vez y fuera más rápido, con más fuerza, ella me clavaba sus uñas un mi espalda, otra razón para ir más rápido.

Hasta que sentí como sus paredes apretaban cada vez más, dándome a entender que ya casi llegaría a su orgasmo.

Así que me giré provocando que casi media tina se variara, de igual modo cuando me movía el agua se salía. Ella quedó arriba de mí, se recargo en mi abdomen y empezó a cabalgarme, la tomé de la cadera moviéndose más rápido.

Me levanté quedando sentado con ella encima, dejé que ella llevara el ritmo mientras yo acariciaba y besaba su cuerpo.

Ella empezó a gemir más rápido y así llegamos al orgasmo. Ella se acostó en mi hombro y una de sus manos estaba en mi pecho.

Una vez que recuperamos el aliento nos besamos otra vez, ella se empezó a mover encima de mi, sujetándose de mis hombros, yo la tomé de la cintura moviéndola hacia arriba y abajo.

Los dos movíamos nuestras caderas, ella se empezó a mover en círculos haciendo de gruñera, la tomé de la cadera y la clavé en mi.

—¡Jason!–gritó gimiendo.

Sus paredes se hacían más estrechas y empezaba a rasguñar más mi espalda, hasta que no pude más y me vine dentro de ella fuertemente, eso provocó que ella se viniera con intensidad.

Los dos jadeamos, ella se acercó y me abrazó, claro le correspondí.

—te extrañé mucho–susurró.

—yo también, preciosa.

El aire que entraba por la ventana me erizaba la piel por el frío.

—¿te parece si continuamos en la cama? ya empezó a hacer frío.

—soltó esa risita que tanto me gusta–me parece bien.

Me levanté cuidadosamente, con ella rodeando mi torso, me encaminé al cuarto, la eche a la cama poniéndome sobre ella volviendo a besarla, importando poco si mojamos la cama, de todos modos la habriamos mojado de otra manera.

One Shots Batfamily Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora