Narras túDespués de un largo día de estar en la escuela lo único que quiero es eso que amo, y no, no me refiero a Jason, me refiero a los mejores chocolates que he comido, un regalo de Alfred cuando fue a Inglaterra.
Abrí entusiasmada el refrigerador, pero no encontré mis chocolates, en cuestión de segundos mi sangre hirvió a más no poder, sintiendo como el instinto que tenia dentro le ganaba a mi autocontrol, tendria que ver de nuevo a Chico Bestia para que me ayudara a controlar estos arranques, a diferencia de él, el medico que experimento en mi, solo combino mi ADN con el de un puma negro, y me alegro, no sabria que hacer si un dia me transformo en pez y no logro encontrar agua.
Me transforme en pantera y empecé a buscar el rastro de mis chocolates.
Cuando encontré el rastro, rugí tan fuerte que los chicos salieron de sus cuartos, cuando los chicos me vieron se pusieron pálidos del miedo, pero cuando pasé a su lado no encontré aroma de chocolate, el único no presente ahí era Jason Todd, corrí a su habitación, y ya que estaba abierta no tuve que transformarme para abrirla.
En cuanto entre ese aroma a chocolate me inundó por completo, y luego vi a un Jason en su cama comiéndose mis chocolates sin remordimiento, cuando me vio casi se ahoga, ojalá lo hubiera hecho, eso a morir en mis manos, los chicos veían expectante la escena apostando a que lo mataría.
Me transforme en persona y hable.
—¿Por qué demonios te estás comiendo mis chocolates?–hablé elevando cada vez más mi voz.
—nena podemos hablarlo–dejo los chocolates y se paro lentamente de la cama.
—¿¡hablarlo!? ¡con la única persona que hablaras será con el diablo después de que te mate!–me transforme saltando sobre él, pero el desgraciado logró moverse y salió del cuarto empujando a sus hermanos diciendo.
—¡Quitense idiotas!!!
Rugi enojada con fuerza.
Lo persegui por los pasillos de la mansión pisándole los talones hasta que llegamos a las escaleras, me detuve pero él se subió al barandal resbalando en esta llegando hasta abajo, yo baje corriendo como puede, pero cuando llegue no habia rastro de él, así que empecé a olfatear, y detecté un rastro detrás del sillón, al idiota se le ocurrió esconderde detrás de un sillón, me hace tan sencillo matarlo. Cuando salté a la parte trasera del sillón no había nada más que su chaqueta. Me transforme en persona para tomar su chaqueta cuando...
—¡Ja!–se lanzó encima de mí dejándome debajo de él, tomó mis manos con las suyas y separó mis piernas con las suyas para evitar golpearlo–fue fácil.
—te odio–gruñí retorciéndose para que me soltara.
—ambos sabemos que no es cierto–dijo fanfarrón.
—tienes tres segundos para soltarme.
—y tú, tres segundos para besarme.
—uno...–te interrumpe.
—dos...
—tres–sonreíste maliciosa y volviste a transformarte liberándote de su agarre.
—carajo–susurró.
Saltaste encima de él gruñendo, no lo matarías, no podrías, solo lo asustarias y golpearías. Jason se puso más nervioso y de tus "hombros" te empujó para que te quitaras de encima y saliera corriendo al patio de la mansión, tú lo seguiste, pero Jason estaba ya muy cansado y asustado así que fue fácil alcanzarlo y derribarlo por detrás cayendo de pansa, pero se volteó quedando de espaldas.
Te acercaste pasando entre sus piernas para subir a su abdomen y poner tus patas en su pecho, esta vez te veía aterrado, empezaste a acercarte para asustarlo gruñendo fuertemente pero una voz me detuvo. Era Bruce, otra persona importante para ti.
—¿puedo saber que pasa aquí?
Jason suspiró aliviado. Dick, Tim y Damián llegaron corriendo, tú seguías viendo fijamente a Jason.
—así que, ¿qué pasa?
—Jason se comió los chocolates favoritos de ___ y ella quiere matarlo.
Hablo riendo, tú gruñiste hacia Jason aumentando tu enojo.
—¡tú cállate demonio! ¡no ayudas!
Damián era como un hermano menor para ti, te enojo más el cómo le hablo así que le rugiste más fuerte, a lo que Damián río.
Jason grito aterrado por como sacaste tus colmillos
—:es suficiente, ___ quítate de encima de Jason–gruñiste–___–habló en forma de advertencia por lo que te quitaste y te sentaste lejos de Jason.
Él se paró sacudiendo.
—gracias Bruce–suspiró.
—a no, nada de gracias, irás a Inglaterra, comprarás los chocolates de ___ y le pedirás una disculpa.
—¿¡qué?!
—es eso o te dejo a solas con ella, ya que tengo mucho que hacer–dijo revisando su reloj y tú gruñiste llamando la atención de Jason.
—no, no, está bien, iré el fin de semana con Alfred.
—de acuerdo, ya oíste ____, ya no hay razón para matarlo, si me disculpan–y se fue, los chicos también se fueron.
Te acostaste en el pasto todavía un poco enojada.
Jason te miro y se sentó a tu lado, pasó su mano por tu lomo acariciándote. Tú soltaste un feroz pero sutil gruñido.
—oye nena–dijo acercándose–¿me perdonas?
Y en un movimiento rápido te lanzaste sobre el asustando, pero en vez de gruñir le lamiste la cara a lo que él empezó a reír.
—entonces ¿si me perdonas?–te transformaste en persona a lo que Jason te abrazó por la cintura y tú pasaste tus manos por sus hombros, todavía acostados en el pasto.
—siempre y cuando me compres mis chocolates.
—alzó su mano derecha diciendo–prometido.
—idiota–dije para después besarlo.
A lo lejos estaban Tim Dick y Damián espiando.
—ese es mi Jason.
—-esos dos me van a dar diabetes.
—que asco–secundo Damian.
—ay no sean payasos, cuando tengan pareja y se están besuqueando por ahí no van a pensar lo mismo.
—estas equivocado.
—eso nunca Grayson.
Dick se rió roncamente.
—Vámonos, dejemos a los tórtolos.
Dieron un último vistazo de cómo se besaban, no, de cómo se comían las bocas.
ESTÁS LEYENDO
One Shots Batfamily Vol. 1
РазноеPequeñas historias con los integrantes de la Batifamilia, basados algunos, en series, películas, mi imaginación etc.