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Roseanne veía con dulzura a Jennie dormir a su lado, dándole delicadas acaricias en su rostro.

Estaba más que enamorada y tener a su chica de esa manera, era algo que pretendía tener por el resto de su vida.

Su cuerpo pedía a gritos no moverse de su lugar, pero la necesidad de algo más era grande, por lo que dejó un último beso en los labios de la castaña y se levantó, esta vez, mirando las alas de la chica.

Se acercó a ellas y pasó su mano como solía hacerlos cuando las cuidaba.

Espero volver y que estés feliz por mi regalo, pensó.

Volvió a enderezarse, viendo a todo su alrededor, recordando lo que era estar allí y los pequeños detalles que le gustaba de la tierra. Iba a extrañar el clima y ver los hermosos atardeceres.

Parpadeó varias veces con tal de que sus lágrimas no salieran.

Se acercó a la orilla de la terraza para tomar impulso, sin embargo, el sonido de la puerta abrise atrás de ella, hizo que se detuviera, volteó a ver a la persona que había entrado y sonrió al ver a las dos chicas tomadas de la mano.

— ¿Ya te vas? — Preguntó JooHyun con algo de tristeza, a lo que Roseanne asiente.

—Por favor cuídenla y háganla feliz, si me entero que no lo están haciendo, me encargaré de que no vayan al cielo.

—A ninguna le interesa ir al cielo en estas situaciones, si nuestras pobres almas no se quedan vagando por ahí, no queremos nada. — Rió al escuchar la idea de Lalisa.

—Está bien. — Hizo una pausa para tomar aire. —Gracias, prometo darles algo cuando vuelva.

Las dos chicas hicieran un corazón con sus brazos, causándole ternura a la rubia y finalmente, voló de vuelta al cielo.

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SeungWan, JiSoo y SeulGi estaban reunidas, esperando la llegada de Roseanne para poder repasar por última vez lo que debían hacer y cómo se comunicarían.

—Wannie, ¿Sabes cómo están las cosas con los querubines? La última vez que pasé por ahí, todos parecían estresados, ¿Qué ocurre?

La castaña se encogió de hombros.

—Quisiera saberlo, diría que son por las fechas, pero hay semanas peores que esta y si Dios nos hubiese dicho algo, yo estaría enterada. — A la pareja les extrañó eso y en definitiva, no querían tomarlo como una señal, pero debían estar pendientes de que Seung no corra riesgo de ser descubierta. —Pero lo que sí sé, es que cada vez que estoy allí, siento... ¿Odio? No lo sé, pero me pone de mal humor, la mayoría están así.

— ¿Cómo pueden sentir odio los querubines? ¿Por qué? — Preguntó SeulGi, viendo a la pelirroja, esperando alguna respuesta.

—No lo sé, solo tengo algo en mente y no puedo decir si es o no... Ha pasado un buen rato y no recuerdo que sucedía en estos tiempos.

Las tres chicas ya derrotadas, suspiraron.

—Soo, ¿realmente estás segura de hacerlo? — SeungWan había expresado su preocupación constante con la pelirroja, le bastaba con cerrar sus ojos para saber lo que ella sentía y no quería que eso dañara más a la ángel.

—Lo estoy, si todos estarán conmigo, no tendré que temer.

Las otras dos chicas sonrieron un poco aliviadas al escuchar el tono seguro de la menor, esperando que realmente fuese así.

En esta historia que acaba de comenzar, existían dos protagonistas, JiSoo y Roseanne.

Ambas tenían que estar lo suficientemente tranquilas con su sentimientos para poder seguir adelante, tanto la culpa o el miedo es algo que no debería tocar terreno, porque si una de ellas caen, todos lo harían.

Y en ese silencio que se formó entre las tres, se rompió cuando vieron a la rubia llegar.

La pelirroja se acercó a abrazarla y Roseanne la correspondió.

— ¿Qué tal te fue?

—No quisiera que pasara todo esto, la pase increíble y no quería irme de allí.

La mayor de ellas dos se separó y sonrió, feliz y a su vez triste de escuchar aquello.

—Acabemos con esto.

La recién llegada se incorporó al grupo, saludando a SeungWan y SeulGi.

Y de una vez, empezaron a repasar todo lo que habían planeado.

—Wannie, ¿Estás segura de que ninguno se echará para atrás? ¿Ninguno ha dicho nada?

La chica al estar encargada de reunir a todos los ángeles posibles, corría el riesgo de que alguno de ellos se dejara ganar por el miedo y terminara yendo a los oídos de alguien para decirle lo que ocurría entre ellos, sin embargo, el maravilloso don que tiene lo supo usar a su favor.

Estaba segura de que no podría haber fallos en eso y en caso de que lo tuviese, habían jugado a la perfección con la mente de la castaña.

—No, conozco a la mayoría de ellos y han esperado porque algo así pasase, tal vez esas mismas personas hayan reclutado más, pero si aún están dispuestos a eso, es porque nadie ha hecho algo indebido. Al parecer les gusta la idea de derrocar a un Dios.

—Si, bueno, eso lo pongo muy en duda, pero está bien, no hagamos que dejen esto a última hora. — SeulGi suspiró y se dio un tiempo para organizar su cabeza. —Muy bien, esto será algo tedioso, pero ya saben que tienen que hacer y como hablaremos, ahora lo importante es que Soo y Rosie estén preparadas.

Las mencionadas se ven y jamás habían sentido tantos nervios como emoción por algo.

—Por NaYeon y por todos.

La pelirroja soltó una rebelde lágrima que secó al instante.

Le daría justicia a su Yeonnie.

A sus años de sentirse culpable y llena de tristeza.

A Jennie y su destierro.

Y a todos los que estaban involucrados y que alguna vez se sintieron fuera de lugar.

Finalmente, las cuatro chicas se abrazaron.

—Gracias por meterse en algo como esto, ni en miles de vidas bastaría para agradecerles... Las amo.

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L

ook at the hidden sеcret, odd eye
Get deeper into it, look at it

Everything is a plausible lie
Overshadowed by sweetness

Eyes that break boundaries

Despair to face me to till end
There will be an end
Back and forth

Here isn't what I've been looking for

No more Utopia

꧁ Sing For You - Chaennie ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora