Sin importar los riesgos que implicaba bajar a la tierra para ofrecerle compañía y que sus sentimientos crezcan en contra de todo.
Era algo que valía la pena pasar.
Y mientras pueda escuchar su voz junto a la lira, no había de que preocuparse.
♡ #6...
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Un año y medio después:
En el cielo ya se escuchaban rumores y se sentía ese ambiente pesado y de tensión por saber quien era la persona que estaban buscando, al igual que se han dado cuenta que varias personas habían desaparecido sin dejar rastro.
Se han mantenido en un silencio agobiante y no salir para poder hablar, era ese impulso que todos habían sentido.
TaeHyung ya no sabía que hacer para mantener a la rubia fuera de esos pensamientos y calmar la intranquilidad que había aumentado.
La apreciaba, pero era duro tratarla cuando estaba de esa forma.
Desde la mañana, Roseanne no había pronunciado una palabra y su ceño fruncido era para preocuparse.
Si le quitaba el ojo de encima, la chica ya podía formar otra pelea.
Y por más que TaeHyung tuviera días en las que no quería hablar, ese no era el caso, se sentía incómodo, lo bueno es que al fin tenía algo que decir.
Por lo que a mitad de la tarde, se acercó a la chica.
—Espero que Dios esté preparado para hablar contigo porque incluso estando callada me tienes desesperado. — La rubia hizo una mueca, aún sin responder. —No me pongas caras y responde, le diré a KyungSoo que venga y ese no le va a importar estar en silencio, te volverás loca.
Finalmente, la chica suspiro.
—Hyung, se supone que ahora mismo debería estar recibiendo mil preguntas para dar el siguiente paso a juicio, pero solo hay murmullos y los querubines no han dicho nada, en cualquier momento saldré yo misma a acabar con esto.
—Roseanne.
— ¿Si?
—Vendrán a buscarte en la madrugada, cuando ya todos hayan dejado de hacer sus cosas.
La chica se quedó en silencio, manteniendo la mirada en los ojos del mayor.
Sintió su corazón acelerarse en cuestión de segundos y sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo.
Lo que veía lejano ahora parecía estar en la punta de su nariz.
—Es momento de que repasemos lo que debemos hacer, no me pueden conseguir aquí porque me metería en problemas, haré lo posible cuando nos veamos en el juicio, aunque Joon y Kyung ya debieron hacer algo.
Ambos chicos se dirigieron a un lugar lejos del lugar donde se quedaban y así evitar que alguien más los viera.
En el camino, Roseanne había dejado esa cara de seriedad por una sonrisa y unos ojos llenos de fuerza.
