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Dos semanas después.

—Aún sigo sin creer que hemos logrado llegar a un acuerdo con Dios, parece un sueño.

La castaña paró su paso y se giró a ver a Roseanne.

—Estos días he sentido una gran felicidad en el pecho y ¿Sabes que es lo mejor? Que no solo viene por parte de nosotros, hay ángeles que ya no sienten miedo... Parece que tu te has vuelto la Diosa para todos.

Aquellas palabra llegaban al corazón de la rubia, sin embargo, ella no podía llevarse todo el mérito, de no se por todos aquellos que estuvieron dispuesta a ayudarla y por el solo hecho de haber acompañado a Jen a volar por la ciudad, era seguro de que las seguirían igual o tal vez peor.

Y antes de que pudiera responder, el cálido abrazo de SeungWan rodeó su cuerpo.

—Roseanne, en serio gracias...

La chica correspondió el abrazo con gusto, disfrutando de este.

—Lo hicimos entre todos, no tienes que agradecerme.

—Tal vez no, pero creo que hay alguien a quien debes ver, Jennie te extraña más que nunca. — La rubia se separó un poco y vio con confusión el rostro de la ángel. —Logré conectarme con sus sentimientos de alguna forma y creo que aquí ya no es necesario tu presencia, baja, dile que ya no hay más barreras.

Roseanne no había caído en cuenta de eso debido a todas las cosas que se estaban arreglando en el cielo y no quería bajar como si nada, pero tampoco tenía mente para saber que hacer.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando fue arrastrada por el agarre de Wan, llevándola nuevamente al lugar donde se solía bajar a la tierra.

—Deja de preocuparte tanto y ve, no le importará que no lleves nada, le importa es que aparezcas.

La rubia vio como el rostro de la castaña sonreía y le hacía señas con sus manos para que siguiera caminando.

Se sintió nerviosa y estaba segura que cuando conoció a Jennie no se había sentido así.

¿Por qué ahora si?

¿Por qué no podía dar unos pasos más y llegar al otro lado?

Escuchó como su amiga chasqueó la lengua y se acercaba a ella otra vez con la intención de arrastrarla.

—No puede ser que te enfrentaste a Dios y ahora estás como tonta en una crisis que no entiendo, vamos, Jennie te espera. — Enfatizó en las ultimas palabras y finalmente, bajaron a la tierra entre empujones y jalos. —Muy bien, si no te vas volando a partir de aquí, no sabrás sobre los avances y tampoco podrás aportar, es más, eso sería un favor para ti, así que tu decides.

꧁ Sing For You - Chaennie ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora