Epílogo

876 120 45
                                    

Primero un día se convirtió en dos, luego en tres, aquellos tres en semanas, seguido de meses y finalmente años, sí, han pasado siete años exactamente desde que tengo una relación formal con Gun, él ahora tiene veinte y seis años y yo ya he pasado mis treinta, si lo veo desde ese punto debo admitir que de cierto modo me siento viejo, un poco cansado e imagino que las canas empiezan a adornar mi cabeza, es un poco exagerado y aterrador pensar de esta manera, pero no puedo evitarlo. Mi adorado novio aún sigue en sus veinte y yo estoy desesperado por tenerlo siempre para mí.

Las cosas han cambiado un poco en estos años, Gun decidió un día que era momento de abrir las alas y dejarme solo por un largo año, he maldecido a Chimon por eso durante todo ese tiempo y cada vez que puedo le recuerdo que no debe aparecer frente a mí si no quiere morir; en cuanto a mí no dude en mudarme con mi padre en el momento en que Gun puso el primer pie en el avión rumbo a Italia. Volví a Tailandia y mi vida ha sido prácticamente de trabajo y claro pensar y visitar a mi novio cada vez que puedo.

-¡Hermano!- la pequeña dueña de esa voz aparece frente a mí con el ceño fruncido y vestida en un kimono blanco.

Jen es como una pequeña princesa, a simple vista su aspecto angelical puede engañar a las personas, pero una vez que la conoces bien puede convertirse en tu peor pesadilla y papá creo que ha tenido mucho que ver eso. Las apariencias engañan, es lo único que puedo decir.

-¿Dónde esta papá?- pregunta mirando de un lado a otro, yo también no puedo evitar hacerme la misma pregunta, él debió llegar hace más de una hora.

-Debe estar en camino- Jen hizo otra mueca molesta.

-Mi maestro de artes marciales se acaba de ir y quiero practicar con él- papá contrato un maestro privado de artes marciales para la pequeña Jen hace más de dos meses y ha sido una completa pesadilla. Jen puso su pequeña mano en la barbilla mientras intenta pensar en que sabe dios que cosas, mientras tanto pienso que es momento de escabullirme silenciosamente antes de convertirme en su conejillo de indias.

Debería llamar a Tay y ver si está disponible para tomar unas copas mientras platicamos, él también decidió regresar a Tailandia, pero fue antes de que Gun decidiera abandonarme, Sunan por su parte decidió quedarse en Corea por trabajo, la relación entre Sunan y Gun ha mejorado en los últimos años y estoy seguro de que pronto mi amado novio podrá llamarlo papá, estoy seguro de que el hombre llorara hasta la muerte el día que eso suceda.

-¡Hermano!- grita Jen antes de que siquiera me dejara tocar la puerta. Lo siento Jen, pero hoy no podrás torturarme con tus movimientos de lucha libre, ella es pequeña, pero debes creerme cuando digo que patea muy fuerte.

-Jen lo siento, pero hoy no puedo jugar contigo- ella mostró una sonrisa maliciosa que logro poner mis pelos de punta.

-¿Y quién dijo que jugaríamos?-

Nunca puedes saber si ella está hablando en serio, así que me quede de pie esperando cuál sería su próximo movimiento, debo ser cuidadoso si no quiero que sus diminutas manos estén alrededor de mi cuello intentando aplicar una dolorosa llave. Pero ella no hizo nada, simplemente se quedó de pie y me mostró una enorme sonrisa.

Te lo dije nunca se puede saber que cruza por la cabeza de mi hermanita.

-¿Dónde lo tienes?- pregunto y enseguida comenzó a buscar en todos los cajones de mi escritorio, pronto algunos papeles importantes estaban siendo pisados por ella en el suelo.

-¿Dónde está qué? Detente ahora, estás arruinando mi oficina-

-No me detendré hasta que lo encuentre-

-Si me dices que buscas te ayudaré a encontrarlo-

-Papá dijo que era una cosa pequeña, brillante y redonda, dijo que pasaría más tiempo conmigo si lo encontraba y te lo daba- Dios, ahora siento ganas de llorar, papá en el mejor padre del mundo, quiere y educa bien a Jen, pero pasa mucho tiempo en el trabajo- dijo que tenías que tenerlo para cuando sean las cuatro de la tarde y para eso ya falta poco y por último dijo que te dijera que no tenías que estar nervioso- la pequeña niña siguió en su misión de buscar aquella cosa brillante.

Después de perseguirla por todo la habitación finalmente grito. -¡Aquí esta... toma!- puso en mis manos el anillo con el que pretendo proponerle matrimonio a Gun una vez que este de regreso. Se lo conté a mi padre meses atrás, al principio creí que se negaría y llegue seriamente a pensar en recordarle su oscuro pasado, aquel as bajo la manga que tenía guardado, pero creo que ya no será necesario.

-¿Por qué me das esto?- ella solo se encogió de hombros y salió cantado: Pasaré más tiempo con mi papi, mientras daba pequeños brinquitos.

-Oye, pequeña sabandija- estaba por salir tras ella cuando...

-¿A quién llamas pequeña sabandija?- tuve que parpadear un par de veces para comprobar que no estaba soñando y que la persona frente a mí no era producto de mi imaginación.

-¿Qué haces aquí?- se supone que la persona frente a mí aún está en el extranjero.

-¿Así es como vas a recibir a tu novio?- Gun hizo un puchero mostrando el par de hoyuelos en sus mejillas, eso hizo que mi corazón se derritiera.

-¿Eso es para mí?- aún seguía desconcertado mientras sostenía entre mis dedos el anillo. Asentí torpemente con la cabeza, pero ¿para qué era esto?... A sí, ahora lo recuerdo, pero maldita sea, no era así como lo tenía planeado.

Gun cargaba una maleta en su hombro y a Sasy entre sus brazos, él no había querido dejar a nuestra hija conmigo, no confía lo suficiente en mí.

-Eh... bueno esto- vacilé un poco con las palabras y antes de que pudiera pensar con claridad mis acciones una de mis rodillas cayo al suelo, Sasy fue puesta a un lado y salió corriendo afuera, seguramente a ensuciar el jardín de mi padre.

-¿Q... qué haces?- pregunto Gun, él ya tenía los ojos brillosos, quería abrazarlo y consolarlo fuerte entre mis brazos pero primero...

-Mi amor, cásate conmigo- miré las lágrimas de mi novio bajar como cascada por sus mejillas, no sé si he cometido un error y él aún no quería esto, pero estoy listo para disculparme y decirle que esperaré el tiempo que sea necesario, mi corazón ahora mismo se siente roto y triste.

-Acepto, acepto casarme contigo- mis piernas fallaron, pero Gun me ayudo a ponerme de pie. Si estoy soñando que nadie me despierte por favor. ¿Escuche bien?

-Volví porque te amo y te extrañaba mucho y ahora jamás te dejaré, eres mío para siempre. Te amo, Off-

Mis manos temblaron al igual que las de mi novio cuando puse el anillo en su dedo, ahora seremos él y yo hasta la eternidad.

2/2

😊 ha finalizado..

Especial o especiales?

SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora