Capítulo 2

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Bajó apresuradamente las escaleras, en su trayecto casi había caído, tropezó y se golpeó el brazo en el filo de la pared pero no le importo, hizo caso omiso al dolor que le había provocado el golpe y siguió su camino para salir pronto de casa.

-¡Que te he dicho de caminar como una señorita!- su madre lo esperaba junto a la puerta de la cocina, era aterrador mirarla de pie en esa posición, parecía una escena sacada de una película de terror.

-Lo siento- respondió, sin mirarla.

-Espera, aún no te vayas- dijo cuando Gun estaba por tomar su mochila y marcharse.

-Llegaré tarde a clases- respondió.

-He dicho que esperes, tenemos un nuevo vecino, hemos decidido que iremos a dar la bienvenida, además aun tienes mucho tiempo para llegar al colegio, no entiendo cual es tu afán para salir pronto- Gun sabía lo que significaba eso, cada vez que alguien se mudaba, ella junto con otras mujeres se apresuraban a dar la "bienvenida", era algo estúpido lo único que buscaban esas mujeres al igual que su madre era un hombre para hacer una nueva vida. Todas eran un club de solteronas sin nada importante que hacer.

-Pero llegare tarde- repitió Gun en voz baja.

A los pocos minutos él, su madre y otras mujeres caminaban hacia una casa color blanca, llevaban algunos bocadillos para el nuevo vecino.

Las mujeres hablaban sin parar y podía escuchar los elogios hacia su madre y hacia él, casi sentía ganas de vomitar cuando las mujeres decían que era una adolescente muy bonita.

Gun estaba molesto cuando una de las mujeres toco el timbre, empezaron a peinar sus cabellos y a quitar pelusas imaginarias de sus ropas, cuando la puerta se abrió un hombre que parecía tener alrededor de 45 o 50 años apareció, su rostro era de confusión pero unos segundos después una sonrisa curvo sus labios, seguramente se sentía incómodo pero al parecer era una persona educada incapaz de echar a las mujeres frente a su puerta.

-Solo veníamos a darle la bienvenida- dijo Kwang mientras extendía un pequeño pastel, el señor amablemente lo recibió mientras invitaba a pasar a las mujeres.

-Por favor tome asiento- invito el amable señor, la madre de Gun tomo su brazo y lo jalo hasta uno de los sillones, para su buena suerte y mala suerte de su madre otra mujer consiguió el sillón al lado de la presa.

-No me esperaba esto, estoy muy sorprendido y conmovido, no sabía que había gente muy amable por aquí, se los agradezco mucho- dijo el señor.

-Nos alegra que le haya gustado nuestra visita- Gun rodó los ojos cuando escuche a su madre y pensó que por el bien de el señor será mejor que no vea a su madre, que no encuentre nada bueno en ella, de lo contrario se arrepentirá en un futuro.

Gun Miro la hora en el celular y suspiro ya casi era hora de irse, para su mala suerte el señor Mike no tenía la intención de despedir a las mujeres que invadieron su casa, parecía que se conocieran de toda la vida. En los treinta minutos que habían transcurrido, las mujeres, su madre y el señor habían hablado de todo un poco, claro las mujeres intentaron sacar la mayor información posible de la vida de su presa. Ahora sabían que su nombre era Mike, que tenía una línea de marca de ropa y algunos almacenes en centros comerciales distribuidos en varias ciudades de Tailandia, se había mudado hace solo unos días por que le gustaba el lugar y necesitaba un poco de aire puro. 

Era una persona bastante decente y a Gun le agrado Mike pero por mas que le agradaba no esperaba por ningún motivo que viere a su madre como posible pareja.

Podía sentir las miradas descaradas hacia Mike cuando el hombre dijo que es viudo, estas mujeres parecían unas adolescentes con las hormonas alborotadas.

Mike es buen partido y ellas claramente lo sabían y no se limitaron, ni escandalizaron cuando él dijo que tenía un hijo.

-Mamá tengo que irme ahora, llegaré tarde- susurro Gun.

-Bien, bien ya puedes irte- respondió ella.

Gun se levando y de manera tímida se despidió de los presentes.

-Eres una señorita muy simpática- dijo Mike cuando Gun estaba por despedirse de él, Gun agacho la cabeza sin saber que hacer, el hombre no lo dijo con doble intención ni había morbo en su voz, pero era situación bastante incómoda para él.

-Gracias- logró decir después de unos segundos y se dispuso a salir.

-Espera un momento- escucho decir a Mike -mi hijo pronto bajará, si gustas puedes ir con el- Gun no lo miro.

-No se preocupe me puedo ir sola, además ya se me esta haciendo muy tarde y no quiero molestar- 

-No es molestia además con más razón llegaras mas rapido si el te lleva- insistió Mike.

-Se lo agradecemos mucho, ella irá- interrumpió su madre. Gun se mordió el labio inferior sin saber qué hacer.

-Entonces por favor espera un momento, iré por el ahora-

Gun se quedó parado, con la vista al suelo y hecho un manojo de nervios, podía escuchar los susurros de las mujeres diciendo que Mike era un buen hombre y gran gran partido.

Pasaron unos segundos y escucho unos pasos apresurados aproximarse hacia la sala, las mujeres guardaron silencio y Gun levantó un poco la mirada, Mike había regresado y a su lado un hombre vestido de terno llamó su atención. Sintió un cosquilleo en su estómago y las mariposas se movían de un lado a otro.

-Entonces es a ti a quien debo llevar- susurro el chico y en ese momento casi se había olvidado de respirar.

Gun no sabía qué hacer, nunca antes se había sentido tan intimidado.

-Si- respondió en un susurro. 


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