Capítulo#15 Necesito tiempo.

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Era de madrugada cuando reaccioné, me levanté del suelo con pesantez. No sabía si irme o quedarme aquí. Por más que me devané los sesos intentando explicarme lo que sucedió, no encontré una explicación lógica. Era algo sobrenatural, mi mocosa se transformó en un enorme lobo frente a mis ojos. No podía creerlo. Por una parte quería salir corriendo pero por otra no quería abandonarla.

Pensé tanto en la noche que desapareció en la selva, la angustia tan grande que sentí no se la deseo a nadie. Sentí que moría en vida, que era incapaz de seguir viviendo sin ella. Con gusto hubiera cambiado de lugar con ella, ser yo el que viviera lo que fuera que le hubiera pasado, mientras Rayilunsel esté a salvo con sus padres a mí cualquier cosa me puede suceder. Fueron las horas más largas y sufridas de mi vida, el tiempo que estubo desaparecida. Cuando escuché su voz el alma me volvió al cuerpo y corrí como loco a su encuentro. Amaba demasiado a esa chiquilla.

Pero ahora era distinto, la había visto cambiar de forma, algo que de verdad me parecía imposible. No podía asimilar ese hecho. Tenía tanta confusión en mi ser que mis emociones eran un caos total. Caminé como zombie todo el camino de regreso hasta mi auto, por suerte aún seguía estacionado en el mismo lugar que lo dejé. Ingresé a el y me puse en marcha. Regresé en estado de aturdimiento a la casa de mi hermano y su familia.

Me senté en un sillón de la sala que orienté hacia la puerta y me quedé allí esperando. Traía la misma ropa de ayer, no fui capaz de hacer nada al llegar. Era como si hubiera perdido todo interés en lo cotidiano. Tenía una importante reunión en la mañana, debía prepararme pero me daba igual. El motivo principal de expandir mi negocio a esta ciudad era ella, pero ahora no estaba seguro.

Sentí sus pasos en el porche, hacía mucho ruido con las llaves, parecía que se le dificultara encontrar el hueco de la cerradura. Fue más precisa al marcar los dígitos de la clave de acceso y desconectar la alarma. Estaba tembloroso. Respiré profundo y crucé los brazos para calmar mi ansiedad. Cuando se abrió la puerta no pude evitar un respingo al verla.

Rayilunsel entró sigilosa, al principio no notó mi presencia pero al alzar la cabeza en mi dirección se quedó paralizada.

Al verla tan vulnerable y su cara llena de espanto me sentí miserable. No era capaz de transmitirle confianza y seguridad. No era capaz porque me sentía inseguro y temeroso, pero eso era algo que no quería darle a demostrar. Traté con todo mi ser de mostrarme sereno y firme.

—¿Cuéntame qué demonios fue lo que ví?

No era así como quería hablarle pero fue como me salió. Fui muy brusco, lo sé. Me arrepentí al instante pero era muy tarde. «Demasiado directo maldita sea.» Maldecí en mi interior.

—Eh..., yo..., tú...

Verla tan confundida y desesperada hacía que me doliera el pecho. Quise consolarla pero no puede. Una mezcla extraña de emociones me generaba reacciones opuestas. Por una parte quería abrazarla y por otra salir huyendo...

—Sin titubeos, estoy preparando para escucharte.

Me mostré lo más firme posible. Es mejor salir del trago amargo de un solo buche.

—Siéntate—le ordené señalando un sillón en específico.

Ella obedeció sin rechistar. Sus piernas estaban temblorosas. Recordé su transformación y me tensé.

—¡Habla!

La apremié con brusquedad debido al recuerdo fugas. Me arrepentí enseguida al verla encogerse horrorizada.

Se aclaró la garganta. Estaba tan nerviosa y asustada que se me estrujaba el alma al verla así. Estaba siendo muy frío y distante pero no podía evitarlo.

Un cuerpo para dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora