Capítulo#14 Aterrada.

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—¡Leyla, estamos pérdidas!, Dominick nos siguió, ¿aún no entiendo cómo no nos dimos cuenta?

—Ni yo lo noté, no entiendo cómo pasó, de momento estaba trás nosotros y la luna llena provocó la transformación sin que lo pudiera evitar.

—¿Cómo estará él? ¿Qué pensará de mí? Quizás no quiera verme. Se quedó aterrado, me tenía miedo Leyla.

Estaba desesperada.

—Yo no creo que sea precisamente miedo, más bien estaba impactado.

—No lo sé, lo único que sé es que me descubrió, sabe la verdad y tengo mucho miedo. ¡Me aterra su rechazo!, ver en sus ojos temor o repulsión. No podré soportar que me trate como si fuera un monstruo o que me rechace.

—No sabrás su reacción hasta que no lo enfrentes. Tienes que darle una oportunidad por las dudas. Mañana será otro día y podrás hablar con él en la forma humana.

—No sé si pueda, quizás debería desaparecer para siempre.

No estaba dispuesta a enfrentar el rechazo por ese motivo prefería huir, era una cobarde.

—No lo hagas, no es justo. Es mejor perder por intentarlo que lamentarse toda la vida por las dudas.

—¿Y qué es lo justo?, no pertenezco a esa familia, no soy humana.

—¿Crees que podrás soportar no volverlos a ver?

—No sé que es peor, si confesar lo que soy o salir de sus vidas para siempre. Ambas cosas me aterran.

Admití derrotada.

—Si ambas te dan igual de miedo es mejor que le des una oportunidad a tu familia, quizás te acepten tal y como eres.

—¿Y de verdad son mi familia?—era más bien una respuesta negativa.

—Lo son porque creciste con ellos y te aceptaron como tal.

Afirmó Leyla enérgica.

—Pero no pensarán lo mismo cuando sepan lo que soy...

—No puedes saberlo hasta que no se los digas. ¡No seas cobarde!

—¿Acaso no viste la expresión de Dominick?, ¡él tenía mido de mí maldita sea!, parecía que esperaba un ataque de mi parte.

—Ponte en su lugar, si él se hubiera transformado en un oso o en cualquier animal feroz, ¿cómo hubieras reaccionado tú?, estoy segura de que no te acercarías a acariciarle la cabeza como si fuera un cachorrito abandono.

Me quedé pensativa.

—Es verdad—admití cansada—Debo enfrentarlo antes de tomar una decisión definitiva.

Me alejé de Dominick para no asustarlo más, no sabía si se había ido o todavía estaría por ahí. La luna estaba demasiado brillante y me provocaba aullarle, no me contuve y lo hice. Corrí libre y hasta jugueteé con las ramas secas que encontraba a mi paso.

Me alegraba saber que mi apariencia no era tan aterradora como lo describían en relatos, mitos o leyendas sobre hombres lobos. No era una bestia mitad humano y mitad lobo que caminaba en dos patas, de esas que aterroriza solo con su apariencia espeluznante. Quizás mientras ocurriría la transformación me veía así pero al final solo era un lobo más grande de lo normal.

Llegué a un hermoso lago y me miré en su reflejo. 

—Eres linda Leyla.

—Somos hermosas, tú eres yo y yo soy tú.

Un cuerpo para dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora