PARTE II—¿Mi nombre?
Después de su pregunta, se escuchó la carcajada de Ren acompañada por sus aplausos. Se acercó lentamente hasta colocarse al lado de nuestro vecino y apoyó su codo en su hombro. A duras penas.
—No sabe tu nombre —canturreo—, y tratas de ligartela.
—No está tratando eso, Ren.
Ren elevó ambas cejas hacia mí, nuestro vecino frunció el ceño y ambos se observaron.
—¿Sabes que? —le pregunto Ren después de haber quitado su codo de su hombro— Iba a complicarte el camino, pero ya vi que ella sola puede hacerlo.
—Supongo que gracias.
Ren asintió, aplaudió y observó a todos.
—Creo que es momento de dar espacio.
Se marcharon. Y Ren me ignoró. Por esa razón era mi mejor amiga.
—Mi nombre es Megumi —dijo colocando su mano sobre el pecho—. Megumi Nakamura.
—¡Ah! —Lo señalé— Es cierto, mi apellido y el tuyo riman.
—Sí, eres Dai Okumura —sonrió de manera amplia, después me señaló hacia el barandal—, es mejor que hablemos allá.
—¿Qué sentido tiene eso?
—Por si te aburres hablando conmigo, así podrás ver otras cosas y no tener que verme.
—Claro.
No pude negarme a sonreír.
No lo conocía del todo, sólo tenía mis prejuicios encima de él, pero no podía decir que no me había parecido alguien interesante.Sin querer prestarle mucha atención a mi opinión sobre él, recargue mi cuerpo en el barandal, eleve el cierre de mi chaqueta hasta la barbilla porque el viento era más frío ahí. Mi vista dio al frente, la terraza no estaba en una zona muy elevada, así que no había mucho por observar, aun así asome mi cabeza para ver la calle, muy pocas personas había en esta y la mayoría de negocios tenían sus luces apagadas con puertas cerradas.
—¿Por qué observas todo de esa manera?
—¿De esa manera? —pregunté inclinando mi rostro para poder verlo mejor— ¿De qué manera lo observo todo?
—No se como explicarlo —colocó sus manos dentro de los bolsillos—, pero es como si quisieras recordar la más mínima cosa de todo con los ojos.
—Ah —me reí de mí misma, había sido atrapada por la persona que menos pensaba—, nunca había estado en una ciudad, vengo de un pueblo pequeño y sólo salí cuando era pequeña, entonces...
—¿Te sorprenden las cosas?
—Sí —asentí para después observar hacia abajo. Dos chicas reían a carcajadas mientras entrelazaban sus brazos—, pensé que todo sería como una película.
—¿Esto es diferente a como son las cosas en tu pueblo? —Megumi recargó su espalda en el barandal, llevó sus manos a su boca y sopló. Hubo vaho saliendo de entre sus dedos.
—Sí, algunas cosas, por ejemplo, a estas horas no habría ni un alma en la calle, y los negocios que estuvieran abiertos serían cantinas. No hay tanto ruido, y las casas son pequeñas, practicamente es todo lo contrario a lo que es aquí.
Megumi entreabrió los labios, pero antes de que saliera alguna palabra de ellos, la voz de Naoko irrumpió el lugar.
—¡He llegado! Y traje verdaderas bebidas —tenía levantada su mano derecha agitando unas cuantas cervezas.
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𝗦𝘂𝗻𝘀𝗵𝗶𝗻𝗲 | Vol. I
Romance«Tengo una teoría. Yo la llamo la teoría de Dai (porque ese es mi nombre y todos usan su nombre cuando hacen algo genial), pero también puede ser llamada la teoría de las conexiones. Esta teoría es porque creo firmemente que el hilo rojo, las almas...