The color of love. (Saida)

Capítulo 6.

La mayor se soltó primero, pues Dahyun no había correspondido a su beso, sintió que la había presionado, y era evidente que los años que pasaron no fueron en vano. Se había pérdido la conexión que hubo en el tiempo pasado. Joohyun estaba dispuesta a luchar por el amor de la joven pálida. Una vez la perdió, no quería hacerlo de nuevo.

—Lo siento, no...— Dahyun quería salir huyendo, pero no sabía cómo, las personas en la biblioteca habían visto todo, se les quedaron mirando, de a poco se fue alejando de la incómoda cercanía para no hacer sentir mal a la mayor. 

—No debiste, realmente no tenías que hacer esto, ha pasado tanto tiempo...— Ambas parecían incómodas, en especial la mayor, se había arrepentido de hacerlo, ver a Dahyun  tan vulnerable la hizo confundir sus emociones y conmocionar a la menor. La pálida chica se dió la vuelta, no quería verla, sus sentimientos por Momo, los que empezaba a tener por la otra japonesa y sus antiguos sentimientos le revolvían el estómago. Terminó dejando a la mayor en medio del pasillo, solo quería concentrarse en ella misma, las voces de las personas murmurando cosas mientras la veían la ponían aún más nerviosa de lo que ya estaba, necesitaba estar sola y un beso no deseado en un lugar con personas desconocidas no era la solución para toda la información que había recibido.

Fue hasta la enfermería para pedir un pase de salida, que fue aprobado solo hasta que su hermano fue por ella. Hansol no tardó en llegar, al entrar Dahyun vio como la mayoría de las chicas que estaban en el pasillo lo miraban como si se lo quisieran comer con la mirada. "Ni es tan guapo." Pensó la coreana, que se encontraba sentada esperando por él.

—Estás de suerte que estuviera en casa.— Dahyun seguía sintiendo las miradas de la gente sobre ambos, pero más en su hermano, era demasiado atracitivo y muchos alumnos lo conocían, era toda una leyenda. —Como sea, gracias por venir.— El mayor y ella caminaban por el pasillo para ya salir de la escuela. Dahyun empezó a caminar más rápido para que Hansol pudiera saludar a sus "fans".

Dahyun salió de la escuela antes que el, dejándolo atrás, solo quería dejar de sentirse abrumada, llegar a casa, abrazar su peluche favorito y llorar de frustración, decepción y muchos otros sentimientos que había estado dejando pasar.

Al llegar a la estación del autobús tomó asiento, para luego sacar sus audífonos y poner alguna canción random. Hansol llegó minutos después con algunas flores y detalles, que quién sabe y cómo se los habrán llevado.

—¿Cómo sigues?— Trató de hacer plática, pero Dahyun prefirió ignorarlo. No estaba de ánimos para hablar con el narcisista de su hermano.

Una vez en su casa Dahyun subió rápido las escaleras, dejó su mochila tirada en el suelo y procedió a pensar profundamente las acciones de Sana para con ella. Era demasiado pronto para sentirse "enamorada", llevaba poco tiempo de conocerla, pero sentía una conexión tan extraña con la japonesa, sentía que la conocía, cosa que era imposible, porque Sana recién llegaba a la ciudad. 

Sus pensamientos la agotaron mentalmente hasta quedarse profundamente dormida.  Unos movimientos bruscos la despertaron dejándola aturdida por unos segundos. Al ver de quién se trataba la encaró para preguntar cuál era la razón de despertarla así.

—¿Qué pasa, mamá?— Sus manos tallaban sus sienes, pues su cabeza empezaba a marearla.

—Ha venido una de tus "amiguitas", cámbiate, espera por ti.— Sin decir más, su madre salió de la habitación. La mujer adulta siempre había sido así con ella, Dahyun estaba más que acostumbrada.

La coreana no esperaba visitas esa tarde, sin ánimo alguno se levantó y se cambió lo más rápido que pudo para bajar a ver de quién se trataba. Estaba apenas bajando las escaleras cuando escuchó la risa de su madre, se desconcertó, pues era extraño que se ríera con desconocidos, apresuró sus pasos para ver quién pudo haber hecho reír a la amargada de su madre.