𝐂 𝐇 𝐀 𝐍 𝐆 𝐄 𝐒 | 𝗛𝗮𝗻 𝗦𝗲𝗼𝗷𝘂𝗻.

s i x.

OO6: ¿Really?

Te gustaba mucho esa sensación de velocidad, el sentir el viento golpeando sobre tí.

No pasó mucho demasiado, al rededor de  unos 6 o 10 minutos ya estaban en una plaza no tan lejana de la escuela.

—¿Enserio no te gusta la comida picante?— habló Seojun incrédulo. —¿Cómo es eso posible?—

—No es que no me guste, solo es que mi lengua y mi cuerpo no la tolera.— explicaste.

—Eres tan extraña.— volvió a darle un mordisco a su hamburguesa.

Tu sólo lo miraste mal y solo seguiste comiendo.

Ambos seguían comiendo normalmente, estaba todo realmente tranquilo entre ustedes dos pero de repente alguien se sentó al lado de Seojun.

— Kim Chorong, ¿Qué carajos estás haciendo aquí? ¿Nos estás siguiendo?—

—¿Por qué crees que haría algo como eso, mi Seojunnie?— pareció ofendido.

Tu solo soltaste una risa y decidiste meterte en la conversación.

—¡Yah, Seojun! No le hables así— soltaste —¿Quieres comer con nosotros?—

—No quisiera molestar.— dijo “apenado” — Seojun dame tus papas.—

Seojun al parecer estaba molesto por lo que habías hecho anteriormente pero solo fue algo momentáneo, luego los tres siguieron normalmente como si nada.

Luego de unos minutos Chorong se fue y los dos volvimos a quedar solos.

—Bueno, hay algo que quiero saber.— soltaste como si nada.

—Depende de que sea.— te miró serio.

Ya te habías dado cuenta de que esa era su forma de mirar, pero no te molestaba.

—Te gusta Jukyung ¿Verdad?—

Seojun sólo tosió

—¿Para que quieres saber eso? ¿Por qué eres tan chismosa.—

—Puede que lo sea, solo un poco.—

—Demasiado.— se cruzó de brazos

— Dime, dime, dime, dime..—

Bufo

—ahg, está bien.— dijo molesto. —Si, si me gusta ¿Contenta?—

—si, mucho.— sonreiste —Supongo que te duele verla con el.—

Seojun sabía perfectamente a quien te referías, así que, solamente asintió.

—No hablas enserio, ¿Enserio te duele algo así?—

—No juegues.—  amenazó —además, que vas a saber tu de corazones rotos.—

No debiste haber tocado el tema, pensaste.

—En realidad, se mucho más de lo que sabés tú.—

—No te creó nada.— Se burló —¿Te rompieron el corazón cuando se terminó Barney?

Soltaste una carcajada

—Hubiera preferido eso mil veces.—

—¿Que te hicieron?— su mirada estaba pacífica —Ahora yo soy el chismoso que quiere saber.—