𝐂 𝐇 𝐀 𝐍 𝐆 𝐄 𝐒 | 𝗛𝗮𝗻 𝗦𝗲𝗼𝗷𝘂𝗻.

s e v e n t e e n

Cuando llegaron a casa, Seojun se ofreció a ayudar a tu hermana con las bolsas por lo que ella estaba más que encantada.

Subiste rápidamente al departamento, querías entrar rápido para ponerte cómoda. Al llegar fuiste directamente a tu habitación para ponerte la pijama antes de que ellos llegaran. Cuando por fin estabas con tu pijama puesta dejaste tu ropa organizada y fuiste a la sala por algo de agua.

—¿ Te irás a dormir tan rápido?— habló Seojun dejando las bolas en el mesón de la sala.

— No, solo quería ponerme cómoda.— bebiste de tu vaso colocandote a su lado.

— ¿A que hora te irás a tu casa?—

— Oye, te acompaño a casa y ya me quieres echar.— reclamó. —Para tu información, hoy no tengo casa.

—¿Que?— preguntaste confundida.

—Mi madre y mi hermana salieron de viaje por el fin de semana.

— ¿ Te da miedo quedarte solito? — te burlaste de el como si fuera un niño pequeño.

—Claro que no.— Te miró mal al instante. —Es solo que al salir hoy.— hizo una pequeña pausa. — El teclado numérico de la puerta se daño y no lo hemos arreglado, entonces tengo que usar las llaves pero después de treinta minutos de estar afuera me di cuenta que las dejé en casa.

Te hechaste a reír en cuanto escuchaste eso, ¿Tan despistado era?

—¿De que te ríes, tonta? No es gracioso.—

— Eres un distraído, Han.— golpeaste suavemente su cabeza. —¿ Ahora que piensas hacer?

—Mi plan es ahora que me encontré con ustedes, me quedaré haciendo visita aquí hasta tarde y que a tú hermana le de tanto pesar que me vaya tan tarde a casa y me invité a quedarme aquí.—

Eso lo dijo con toda la tranquilidad del mundo.

—¿ Y por qué en mi casa?— te quejaste. —¿ No tienes más amigos? Chorong te puede recibir, Suho vive solo.

—hmmm, pensandolo bien, Jukyung también me dejaría pasar la noche en su casa.— Tomó su teléfono y marcó al número de Jukyung. — Le preguntaré a Jukyung.—

No lo ibas a permitir, no dejarías que se quedará en su casa.

Notaste como respondía a la otra línea por lo que tomaste rápidamente su teléfono sin antes decir “número equivocado” colgando la llamada.

Seojun te miraba sorprendido y con algo de diversión por lo que acababas de hacer.

—¿Que fue eso?— seguía sorprendido.

—Yo....—  Mierda, ¿Que explicación darías ante eso. Estabas tan avergonzada. —Es que.

Seojun te miraba fijamente ladeando su cabeza a un costado.

— Es que Soo Ah me dijo que hoy haría pijamada con Jukyung, no iba a dejar que las molestaras.—

Fué lo único que se te ocurrió. Dejaste el vaso en el lavabo y saliste lo más rápido que pudiste de la cocina.

—YoungMi no ha llegado, la iré a buscar, no tardo.—

Saliste de aquel ambiente que te tenía tan avergonzada, con la excusa de ir a buscarla, pero de todos modos eso fue lo que hiciste.

—YoungMi, ¿Que tanto ha...— Quedaste quieta en el escalón cuando viste como tú hermana conversaba con alguien y ambos voltearon a verte.

—Soonie, ven.—