Hasta que nuestros caminos se vuelvan a encontrar

Cap 1: Despues de que te marchastes

-¡OYE, TU!- la voz de jaken resonaba por el pasillo oscuro del palacio mientras corría detrás del único guardia que había podido encontrar en todo el complejo lujoso donde habitaban desde hace algún tiempo.- ¡¿Dónde están todos?! El amo bonito podría regresar en cualquier momento y todo este lugar parece una tumba....

-Te recuerdo que el amo no ha dado indicaciones y tampoco lo hemos vistos en meses, después de... -bajaba su mirada hacia el suelo, en un único punto donde podía concentrar su mente y no recordar lo acontecido. Aunque jaken no lo viera, la servidumbre aún seguía afligido por la perdida y aunque los guardias fueran los más fuertes y aptos para defender el complejo, ellos habían recibido también el duro golpe de la vida.

-todos sabíamos que ese día llegaría, no entiendo porque tanto llorisqueo con ustedes. ¡TRABAJEN!- continuo su camino por el pasillo con su báculo en mano, dejando el guardia atras para que continuase con su único deber. Siguió y siguió caminando hacia el único lugar que podía hallar alguna respuesta. Verifico cada rincón del lugar en donde se encontraba para asegurarse que no hubiera algún demonio cerca como para delatarlo con el amo bonito, si es que decidía regresar como el amo y señor de las tierras del oeste. El palacio claramente dejo de tener su brillo y la vida que una vez tuvo para convertirse en un lúgubre sitio...

Estaba temblando del miedo, sabía que no debía ingresar a la habitación de rin ya que esa fue la última orden del amo. Nadie y menos él podía irrumpir o tocar la puerta que yacía delante del demonio verde pero necesitaba con urgencia visitar ese lugar. Apoyo sus pequeñas manos en la puerta corrediza, pintada de un hermoso paisaje sobre una cascada y muchas flores que caracterizaba a rin hasta que se deshizo de su última bocanada de aire para tomar la valentía de abrirla y lo hizo. Lo único que pudo ver fue que el cuarto permanecía intacta, ni había rastro de polvo o suciedad que diera algun indicio sobre el paso de los días, parecía que el tiempo de ese recinto se había detenido en el mismo minuto en que el corazón de rin había dejado de latir. No había nada, solo guardaba la esencia de rin y todo lo que ella había dejado atrás con su partida.

Jaken permanecía parado en la puerta de la habitación, observando cada detalle hasta que la cerró delante de él. Solo atino en apoyar su cabeza verde en la misma que por más que intentara negar o decirse que fue una simple humana, era obvio que había marcado la vida de todos en ese palacio. Y de cierta manera, la extrañaba... demasiado...

-¿Por qué te fuiste así, rin? Ni siquiera me pude despedir de ti - iba charlando en forma de susurro que iba acompañado con una sola lagrima, iba hablándole a un fantasma que ya no iba a volver.

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Varios humanos iban corriendo por el bosque tratando de salvar sus vidas, habían cometido el grave error de ir al sitio donde un demonio alto y de cabellera blanca había ordenado de que se retiraran pero se habían negado.

Un hombre de aspecto campesino y bastante corpulento había tomado la delantera en esa carrera, dejando atrás a su amigo que se encontraba demasiado cansado y que respiraba con demasiada dificultad.

-¡CORRE MAS RAPI- antes de que pudiera terminar la frase, su cabeza fue desprendida rápidamente de su cuerpo y lanzado hacia el rostro de su amigo, cubriendo con su sangre su expresión de horror. Ahora, yacía en el suelo lleno de terror, su cuerpo ya no le respondía y al ver al demonio partir a la mitad a su compañero solo le quedaba esperar por su muerte.

-les dije...- el demonio blanco se acercaba a él con sus ojos llenos de ira, rojos como la misma sangre que estaba goteando de su cara- ¡FUERA DE AQUÍ!- un látigo verde se formó entre sus dedos de forma tan rápida que el pobre hombre no pudo ni siquiera hacer el intento de cubrirse, destruyo su cuerpo de manera sanguinaria y solo dejo algunas partes de lo que una vez fue un cuerpo humano sobre un charco de sangre.

Sesshomaru solo observo su obra, varios cuerpos difíciles de identificar se encontraban dispersos por el bosque y restos de sangre se hallaban hasta en los arbustos. Jamás había encontrado tanto satisfacción como en ese momento, pudo haberlos dejado ir y simplemente ellos volverían a su aldea pero no fue así. Necesitaba descargar su ira contra esa especie que tanto odiaba en estos momentos, si era necesario iría personalmente a una aldea a exterminar a esos seres pero no iba a rebajarse a ese nivel.

Miro momentáneamente de lejos la aldea que tanto le molestaba y que no lograban dejarlo en paz pero finalmente volvió al sitio donde se encontraba descansando antes de que esos humanos lo interrumpieran por una disputa de territorio o eso creía él. Camino hacia el sitio donde había espantado a los hombres antes de ir a cazarlos por el bosque, era un sitio donde ni una gota de sangre había sido derramada y en aquel campo de flores se fue sentándose debajo de un árbol mientras visualizaba una pequeña roca que se asomaba entre tantas flores silvestres.

Él se maldecía por sus adentro, había ordenado que fuese enterrada lejos de su palacio y en un lugar donde sabía que era el favorito de rin. Ella adoraba la gran variedad de flores que crecían ahí y muchas de las coranas de flores que ella hacía provenían de ese sitio, incluso muchas fueron trasplantadas al jardín que el mismo había ordenado que construyesen para ella. Pero luego de algunos días de su partida, ese jardín se secó y nunca más volvió a florecer.

El no deseaba llegar a la situación en que tendría que vigilar su tumba, no desea sentir el olor a su muerte cuando se desplazará en su propio palacio pero no pudo. Ahí se encontraba, resguardando lo que quedaba de ella y vigilando su sueño como cada noche hacia pero el problema era que este era un sueño eterno... uno del que nunca iba a despertar....

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Nota de la escritora:

¡HOLA! Me alegra que hayan llegado hasta aqui, espero que sean de su agrado y cualquier critica o consejo que quieran hacerme sera siempre bienvenido. Gracias por leerme y voy a ir subiendo seguido, ¡asi que nos vemos hasta el proximo capitulo!