No nos fallastes

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(ESTOVA POR TI, JICHUU >:V
Pd: Es una amiga que me pidio este especial XD)

El fuego ya se iba apagando y no quedaba mucho de la fogata que inuyasha había dejado para que kagome recuperara el calor que había perdido durante esos días en que no estuvo presente, solo se quedó sentada con la espalda encorvada y abrazando sus rodillas mientras observaba como ese fuego que inicialmente había alcanzado gran tamaño se encontraba casi en puras cenizas enfrente suyo. Entre esos arbustos con un fogata casi extinta, iba escuchando de lo lejos el bullicio que los aldeanos hacían al tratar de ver los daños causados por el enfrentamiento y por lo visto...eran grandes pérdidas....

Rápidamente la situación se volvió tensa, estaban enojados e iban gritándose mutuamente y culpando a sus nuevos visitantes que con la muerte de kaede había desintegrado los lazos de amistad que poseían y ahora solo buscaban la manera de descargar su dolor e ira contra aquellos que habían participado de la batalla.

— ¡Ellos son los culpables de todo esto! —Grito un aldeano mayor que se encontraba señalando a los dos acompañantes o ex acompañantes del ex lord del oeste que se hallaban desde lo lejos, excluidos de la discusion para evitar que el problema se agrandara— ¡Si no fuera por ellos todo esto no hubiera sucedido!

—Je, engreído. —Pronuncio inuyasha en voz baja con sus manos metidas en sus mangas mientras se acercaba a estar al lado de su amigo que trataba de tranquilizar la situación.

—Inuyasha, no seas de gran ayuda... —dijo en voz baja sango que había logrado volver y ahora tenía amenazado al hibrido para que no digiera ninguna palabra más.

Miroku solo soltó un leve suspiro y trataba de mantener la calma para poder tranquilizar a los aldeanos mientras buscaba una mejor manera de solucionar la situacion que tenía entre manos.

—Vamos a tratar de tranquilizarnos. —Miroku trataba de calmarlos aunque con poco éxito. —Tratemos de buscar una solución juntos.

— ¡¿Cómo puedes decirnos que nos calmemos cuando destruyeron lo poco que pudimos reconstruir?!— Iba reprochando el mismo hombre hasta que una mujer con su bebe en brazos, hablo.

— También es su culpa...—Señalando al equipo entero pero principalmente al hibrido. — nos colocaron en una situación peligrosa por querer ayudar a esos demonios.

— ¡Tiene razón!—dijeron casi en unísono cada aldeano, asintiendo a la misma vez que repetían nuevamente la frase.

–Vamos a responsabilizarnos por la situación actual de la aldea, trataremos de ayudarlos en lo que podamos y protegerlos mientras la aldea se reconstruye nuevamente pero evitemos enfrentamientos innecesarios. —Decía miroku con un tono pacifico.

—Yo no voy a levantar una cabaña, tengo una batalla pendiente con esa niña y no pienso dejar que me humille de esa manera —Dijo inuyasha de manera altanera y con un tono de molestia por lo sucedido.

Mientras miroku suspiraba porque su amigo estaba empeorando todo lo que casi había logrado, sango hecha una furia jalo de la oreja del hibrido y lo saco fuera del sitio de discusión mientras este se quejaba del dolor que le causaba.

— ¡SUELTAME!...Auch... ¡Duele! —Decia mientras sango apretaba más y jalaba con más fuerza para que caminara. Llevándolo hacia los arbustos donde estaba kagome descansando para que ella pudiera recuperarse rápidamente porque pronto la necesitarían.

— Kagome, te lo entrego y que...—Sango detuvo su andar cuando vio que ella se había ido, termino soltando al hibrido y confundida por el accionar de su amiga, pensó en donde pudo haber ido. —Kagome...

Inuyasha empezó a olfatear en el aire, buscando su rastro. No debía estar lejos pero tampoco debía estar sola y desde que ella volvió, el hibrido la ha sobreprotegido y seria así hasta que hallen una solución al problema.

Hasta que nuestros caminos se vuelvan a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora