Truenos.
Una lluvia incesante se desataba con furia hacía ya algunas horas, grandes relámpagos iluminan el bosque entero que en cuestión de segundo iban acompañados de truenos casi ensordecedores. Ya no era una simple noche donde podrías descansar cerca de una fogata mientras escuchabas como el agua caía sobre las hojas de los árboles, se había convertido en una noche donde buscar refugio en cuevas era una prioridad e intentar salvar sus cabañas era un caso perdido.
Pocas casas perduraban en pie durante el azote del viento, las que lo hacían se encontraban inundadas porque la tierra ya no podía absorber más de lo que ya había absorbido y algunos árboles caían sobre otros cuando no podían soportarlo mas.
En una cueva no muy lejana de la aldea de inuyasha, todos se encontraban realmente preocupados por la gran pérdida material y laboral que habría luego de que todo acabara. Aunque hacia algunos días se sabía que una tormenta se avecinaba, ninguno pudo anticipar con que magnitud lo que iba a desatarse, ahora lo único que sabían era que los métodos empleados para prevenir algunas futuras perdidas fue totalmente en vano.
—Debemos tranquilizar a los niños—Dijo sango a miroku al ver que los niños de los aldeanos lloraban en silencio, solo había pasado algunas horas desde que habían sido levantados a la fuerza de sus cálidas camas por sus propios padres.
Miroku solo atino a verlos de reojo mientras los aldeanos que se habían quedado en la cueva se ocupaban de prender varias fogatas en la lucha contra el frio y otros simplemente revisaban las provisiones que habían podido salvar en poco tiempo antes de que cayera el techo sobre sus cabezas.
–Temo que no hay nada que hacer—dijo miroku con pesar—están asustados y solo van a tranquilizarse cuando sus padres hayan vuelto. —hablaba mientras ayudaba a secar algunas provisiones que un grupo había podido rescatar y traerlas a la cueva hacia tan solo algunos minutos.
—Kirara –sango le hizo la señal de que fuera a con los niños y así lo hizo, no solo fue un cierto alivio para ellos sino que los reconfortaba de cierta manera en poder acariciarla y distraerse sobre lo acontecido.
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No muy lejos de la aldea, kagome corría frenéticamente por el bosque guiándose de vez en cuando por los relámpagos que iban iluminando la zona. Corría a todo pulmón mientras esquivaba las ramas que la golpeaban cuando estas eran agitadas por el viento, se abría camino cubriendo su rostro con su mano y esquivando los grandes charcos de agua que se habían formado entre las raíces de los árboles.
— ¡NIÑA, VUELVE!— gritaba casi desesperada mientras la perseguía en medio de la tormenta.
La niña en ningún momento se voltio a verla sino que seguía corriendo asustada en dirección a un campo abierto que se hallaba más adentro del bosque.
Kagome seguía persiguiéndola hasta que pudo oír claramente el crujido de madera y de manera casi inmediata un árbol cayó enfrente de ella haciendo que se frenara de golpe, provocando que se resbalara en el barro y cayera al suelo hasta llegar a golpearse la cabeza contra las raíces gruesas de algún árbol cercano. Estaba aturdida, el golpe fue lo suficientemente fuerte que la dejo varios segundos en el suelo boca arriba mientras la lluvia caía en su rostro pero finalmente pudo sentarse de a poco.
—duele... —decía mientras se tocaba con la mano el lugar exacto donde se había golpeado, se iba levantando con cuidado y revisando de que no hubiera sangre pero apenas podía visualizar entre tanta oscuridad. Siguió caminando hacia la dirección que ella creyó que había ido la niña y de vez en cuando tropezaba con alguna raíz o patinaba un poco pero ella continuo, esa niña debía haber ido algún lado hasta que la vio.
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Hasta que nuestros caminos se vuelvan a encontrar
FanfictionLa vida de rin finalmente habia llegado a su fin, todo cambio luego de su partida. Dejando a sesshomaru,jaken y ah-un sin saber como actuar ante tal situacion pero... ¿Habra esperanza de traerla por una ultima vez a la vida? ¿que serian capaz de hac...