Me encontraba frente a la puerta de mi nueva clase, nunca pensé que un cambio de vida me afectaría tanto, es verdad que no me gustaba que mucha gente me observara a la vez, me incomodaba que tantas miradas se centrarán en mí, que todos pudieran juzgar en grupo algo que mis ojos no lograran ver.
A decir verdad, que aquellos alumnos de mi nuevo instituto no me conocieran me reconfortaba bastante, aunque a la vez me ponía más nerviosa aún, una mala primera impresión puede perjudicar el resto de experiencia en el instituto.
Ellos no sabían nada sobre mí, sobre lo poco popular que era en España, sobre los mil insultos que escuchaba día si y día también. Solo soñaba con que aquello no se repitiera, no podría soportarlo tras la marcha de mi único pilar, mi madre. Ella era una persona excelente, teníamos una conexión especial, no la de madre hija, una mucho más unida. Era mi muralla, me protegía de cualquier cosa que me pudiera hacer daño, la contaba todos mis problemas, ella siempre me daba el consejo que necesitaba, siempre lo hacía en el momento preciso.
Una lágrima amagaba con escaparse de mis ojos verdes cual esmeralda — No, aquí no, se fuerte, ella lo habría querido. — me dije a mi misma aguantando las inmensas ganas de desahogarme.
— Tu debes de ser Aiko Nakano, ¿ verdad ? — me sorprendió la voz de una mujer, parecía bastante maja aún sin haberla conocido todavía. Cuando levante la cabeza había ante mi una joven profesora, ha decir verdad más joven que la edad que le había puesto con sólo escucharla. Estaba sonriéndome tiernamente.
La mire extrañada, el día anterior había acudido al colegio para conocer a mis profesores y visitar el aquel recinto para no ir tan perdida el primer día, pero su cara no me sonaba.
— Soy tu nueva profesora, vamos a entrar y te presento a tus nuevos compañeros.
Mirando al suelo asentí y entre tras ella.
El día anterior no me habían presentado a mi tutora, por lo que asumí que era ella.
Intentaba no mirar hacia otra parte que no fuera el suelo. No sé de dónde saque la fuerza de voluntad, pero conseguí mirar al frente, aunque mantenía la mirada perdida en el fondo de la clase sin mantener contacto visual con ninguno de mis compañeros.
Debía de haber al rededor de 30 alumnos de mi misma edad mirándome fijamente sin pronunciar palabra, todos muy atentos de mis movimientos.
— Está es nuestra nueva compañera, Aiko Nakano, tratarla como es debido. — Me miró como dándome ánimos a que me presentará.
— Vengo de España aunque nací y viví aquí hasta los 7 años. — sonreí amable venciendo esa verguenza que hasta hacía escasos segundos se estaba apoderando de mi pequeño cuerpo — Mis dos padres son españoles aunque mis abuelos de parte de mi padre ambos son japoneses, si es un poco extraño, pero nos mudamos a España por trabajo, y bueno volvemos aquí por lo mismo, supongo. — esa no era la razón principal, pero no quería que me miraran con cara de pena desde el primer día, no quería ser la nueva a la que se le murió la madre, no por ahora, más adelante se enterarían.
— Puedes sentarte en aquel sitio libre. — señaló a un pupitre el cual se encontraba en la penúltima fila al lado de la ventana. En realidad me gustaba ese sitio, no destacaba y podría mirar al cielo en cualquier momento.
Sin mediar palabra andé hasta mi nuevo sitio. Por el camino una chica morena con dos coletas a cada lado de la cabeza me dio la bienvenida con una gran sonrisa.
Tras sentarme la clase empezó, he de reconocer que me costó bastante seguir el hilo, sabía japonés perfectamente y en mi casa era el idioma que se hablaba más que nada para que mis hermanos y yo no dejáramos de poder hablarlo, pero aún así lo tengo un poco oxidado y me cuesta.
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Just Think About It ꒰ Bokuto X OC ꒱
RomanceAiko, una chica de 15 años de edad tiene que mudarse a Japón cuando su madre muere. Vuelve a la casa donde nació ella y sus dos hermanas pequeñas, donde por casualidades de la vida se reencuentra con Akaashi, su amigo de la infancia hasta que se mud...