Me levanté pesadamente de la cama, estaba agotada, prácticamente no había dormido nada durante la noche. Lavé mi rostro con agua tibia y me puse el uniforme. Iba totalmente en automático ya que en un momento dado mi hermana me meneó hasta que vi lo que había estado haciendo, había echado zumo de naranja en vez de leche sobre mis cereales, había echado mayonesa sobre las tostadas pensando que era mermelada y sal en el café.
— Aiko, ¿Qué haces? — me regañaba mi abuela mientras recogía el desastre que había montado.
M acercó su café el cual se acababa de preparar — Anda bebeté este y quédate quita no vayas a romper algo.
— Perdón, solo estoy cansada. — intenté no derramar el líquido ya que sabía que eso haría enfadar a mis abuelos.
Ambos me miraron para luego mirase ellos — Aiko, no has dormido, ¿verdad?
Levanté la mirada con mis marcadas ojeras y cara de zombie — No mucho, un par de horas quizá.
Mi abuela se acercó a mí costado para dejar un beso en mi cabeza — Duerme mejor esta noche, y no llegues tarde a casa para poder ir pronto a la cama. — asentí terminando el amargo café — Ve a cambiarte que te has puesto los calcetines más llamativos que has visto, la camisa morada, y los zapatos de tu padre. — se rió junto a mi hermana si descansada la cual intentaba disimular la rosa aunque no lo logró.
Miré mi respectiva ropa dándome cuenta que era totalmente verdad, pesadamente subí a mi habitación revolviendo el armario fijándome más efusivamente en la ropa que me iba a poner.
Bajé a la planta baja cogiendo mi mochila y saliendo de casa — Os veo esta tarde, os quiero. — cerré la puerta de casa y anduve hasta la de Akaashi.
En la puerta estaba esperando mi amigo revisando su móvil — Buenos días. — dije más alto de lo normal llamando la atención del pelinegro.
— Buenos días Aiko. — sonrió levemente guardando su teléfono en el bolsillo y comenzando a andar a mi lado — Te ves cansada. — toqué mis ojeras y froté levemente mis ojos.
— Lo sé, lo sé. Tú tampoco te ves mejor. — tenía la mirada cansada.
Hablamos mientras caminábamos hasta el instituto, cosa rara en Akaashi el cual solía ser más callado — Hoy nos dirán si entramos en el equipo o no. — Akaashi se notaba entusiasmado, realmente iba a entrar, lo hizo muy bien.
— ¡Sii! — alargué la "i" en un intento de que no se notara mi decepción, no creía haber causado buena impresión y menos que pidiera haber entrado en el equipo.
— No les hagas caso. — cambió de tema al ver al grupo de amigas el cual me había hecho algo difíciles los últimos dos días.
Miré hacia donde señalaba con la mirada encontrándome con ellas — ¿Hice algo mal? — dije confundida pensando en su actitud hacia mí.
— No, son así, les gusta reírse de los nuevos para marcar su territorio, creo que no te lo dije.
Negué con la cabeza, pero algo más tendría que motivar a aquellas chicas — ¿Solo eso?
— Ya te conté un poco, una de ellas está enamorada de mí y el resto solo la siguen, les gusta armar jaleo y sentirse poderosas.
Dejé un silencio para que siguiera hablando
— Solo no las hagas caso, son así. — levantó los hombros.
Miré al suelo — Que asco de personas. — odiaba a la gente que humillaba para sentirse superior al resto, me parecía innecesario.
— Lo son, pero mejor no las des razones para molestarte.
— ¿Entonces con quién vale la pena juntarse de nuestro curso?
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Just Think About It ꒰ Bokuto X OC ꒱
RomanceAiko, una chica de 15 años de edad tiene que mudarse a Japón cuando su madre muere. Vuelve a la casa donde nació ella y sus dos hermanas pequeñas, donde por casualidades de la vida se reencuentra con Akaashi, su amigo de la infancia hasta que se mud...