El gran reino de los dioses se encuentra de nuevo de fiesta, la segunda boda de su rey Ares el cual asegura que se ha enamorado de una humana, lejos de ser una gran controversia fue algo bien recibido ¿la razón? La mayoría de los dioses le dieron la...
Llevar los asuntos de un reino no es cosa fácil, siempre hay demasiadas cosas por hacer, llevo tan solo 3 meses en el poder y me siento cansada la mayoría de las cosas las atiendo yo, ya que mi esposo ha ido al reino humano a cerrar la puerta del tártaro por la que salen los demonios.
Tengo mis dudas si en verdad sigue haciendo esas cosas, pues hay rumores que dicen que está atrasando su regreso por la princesa Cherise, cosa que he llegado a creer, pero también quiero creer que no es cierto pero en ocasiones no sé qué hacer.
Cumplí con mi promesa y traje conmigo a las doncellas y son las que me ayudan con lo que pueden, estoy completamente sola en este castillo. Perse es mi mano derecha y con ellas es un poco más llevadera mi soledad en este castillo, los otros dioses solo están esperando a que cometa un error pero es algo que no pienso hacer.
-No podemos atrasar más el festival de Gea, su majestad.- Perse me saca de mis pensamientos puedo ver que se encuentra entusiasmada por el evento.- Es dentro de 2 meses y no hay nadie a cargo.
-Lo sé, esas son las cosas que debería ver mi esposo ya que siempre el rey es quien se ha hecho cargo de él.- Temo que debería comenzar a hacerme cargo por si no llega a tiempo.- Tráeme todos los documentos para comenzar los preparativos.
-Enseguida.- Somos interrumpidas por Kaia una de las doncellas.
-Lamento entrar de esta manera pero el rey ha regresado, en este momento se encuentra atravesando la puerta de la ciudad.
De inmediato me levanto de mi asiento no porque quiera verlo si no porque es el protocolo que debemos seguir, salimos de mi oficina y caminamos a la entrada del castillo, varios dioses corren para recibirlo cosa que me causa gracia pues no serán tomados en cuenta.
No apresuro mi paso pues es lo que me enseñaron una reina no se apresura los demás llegan temprano. Aunque a mi parecer es absurdo hay que seguir con el protocolo aunque no quiera ni verlo. Bajo las escaleras de la entrada del palacio y tomo mi lugar al frente de todos, mis doncellas se encuentran detrás mío y los dioses que están presente se encuentran a los lados.
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Escucho el sonido de los caballos anunciando que han llegado al castillo, primero entra la guardia imperial y después mi amado esposo detrás de él viene de nuevo el rey humano y un carruaje, sonrió para mis adentros porque se perfectamente quien viene dentro.
Pongo mi mejor sonrisa esperando que la farsa comience de nuevo, Ares baja de su caballo con una sonrisa sínica y camina hacia donde me encuentro por lo que también le sonrió.
-Le damos la bienvenida al Sol del reino.- Todos los presentes hacen una reverencia.- Espero que el viaje no haya sido pesado.
-Claro que no mi reina ¿Me extrañaste? Trate de regresar lo más pronto posible.- Quiero vomitar pero solo le sonrió coloca su mano sobre mi mejilla y me produce asco.- Te has de haber sentido muy sola.
