Un tenebroso zumbido

20 4 2
                                    

El guardián se había unido a la persecución. Caminó lentamente hacia el ex-detective, que no se podía mover, y alzó su martillo: justo cuando iba a recibir el mortal golpe en la cabeza, abrió los ojos.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Sebastián se encontraba en una habitación grande, unas oficinas, donde había varias mesas que alguna vez fueron usadas por personas dentro de la ciudad mental. allí aun se podía percibir aún el pesar de esos trabajadores, como si su fantasma aún estuviera allí, deprimidos, con ganas de terminar, para tener que volver al día siguiente.

A su lado, Kidman sostenía su mano.

- Todos esos arañazos, como cristales... ¿Solo son mi imaginación?

- No, yo también los siento. Al final te acostumbras, es mejor que tener a un monstruo con sed de tu sangre pegado al culo. Tú también viste al...

- ¿Ver? Ni de broma iba a abrir los ojos.

- Hmm...

Kidman miró a su alrededor. Estaban en el edificio que una ves transmitió la radio de Union.

- Hemos llegado... ¿Cómo sabía esa mujer...?

- ¿Tatiana? Ella está en nuestras cabezas, o al menos en la mía. Es parte de mí, como si fuera mi consciencia.

Kidman soltó la mano del detective lentamente. Respiró profundamente durante unos segundos y después se dirigió a una puerta, un poco alejada, por donde había una escalera.

- No bajes, tenemos que subir. Nunca bajes.

Los dos compañeros se dirigieron al piso de arriba. "Todo el mundo está raro aquí" pensó el detective.

Arriba Kidman le llevó a un estudio, que había sido remodelado como un refugio, donde en un lado había comida, en el otro armas y en una esquina la transmisora de la radio, por donde seguramente Kidman había enviado su mensaje.

Allí, pacientemente, les esperaba Joseph, su antiguo compañero, y un chico joven, algo alto y delgado.

- ¿Quién es ese tipo? ¿No habrá venido a matarnos, verdad?

Parecía estar muerto de miedo.

- Tranquilo chaval, soy un amigo.

- Este es Jimmy, Seb, Jimmy, este hombre es Sebastián Castellanos.

- ¡Dios! ¿Has venido a salvarnos por fin? Oh, gracias gracias gracias...

- Eh, eh, sí, soy yo, pero estoy tan atrapado como todos.

- ¿Qué? Entonces... ¿no vas a salvarnos? No, no no no, voy a morir aquí, todos vamos a morir... Oh Dios... ¿por qué a mí? Yo no he hecho nada... Se suponía que iban a devolverme a mi madre, no a todos los muertos... Si lo hubiera sabido no habría entrado aquí...

Joseph dio un fuerte golpe en una mesa.

- ¡Cállate! Nadie morirá aquí, ¿me oyes?

No era el Joseph de antes. Era más serio, más callado.

- Me alegra verte vivo amigo.

- Ya no sé si estoy vivo, pero también me alegro de verte.

Después de todo esto todos se pusieron a lo suyo, cada uno con sus propios asuntos. Kidman hizo un nuevo mensaje para los supervivientes, esta vez diciendo que Sebastián se encontraba con ellos. Joseph permanecía sentado en las sombras de la habitación, y Jimmy parecía estar rezando, o algo parecido.

Psycho Break: Nightmare (Pesadilla)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora