(Harta de tener que lidiar con lo que realmente deseaba (tener una relación con alguna chica), con evitar una confusión a mi hija y por no ser la deshonra de la familia <más de lo que ya era>).
Estaba por comenzar mi segundo año de medicina. Este año planeaba ser la mejor de nuevo, planeaba ya enfocarme en mis estudios y que nada me distraiga. Empecé a hablar un poco más con mis compañeros, a tratarlos y como ya tenía más tiempo hasta me integraba a ellos, pasaba mucho tiempo en la universidad (ir a mi casa me recordaba el vacío que había porque no estaba mi hija o ver a mi hermano con el cual ya para estas alturas no nos llevábamos bien, siempre opinaba cosas negativas cuando jamás se interesó en saber nada de lo que realmente me pasaba y yo en lo personal ya había desarrollado cierto rechazo hacia él por resentimiento de "su perfección de vida"), al comienzo de mi año en serio estaba enfocada, conocí un grupo de personas al que los llamaré -mis anualitos-, con ellos era genial estudiar, ir a comer y de una forma muy cómica relacionar todo a medicina, eran "los nerds" del curso, los amaba en serio. Conforme continuó el año yo era la bebedora del grupo, las veces que nos reuníamos era la que preparaba los cocteles o la sangría que tanto les encantaba y con ellos disfrutaba del alcohol de una forma módica ya que a ellos no les gustaba embriagarse, siempre querían seguir estudiando.
Comencé a tratar a un compañero -Andrés- en clases de bacteriología y parasitología, el se sentaba junto a mí. El tipo era el rebelde y que me importista del salón. Siempre ofendía a todos de una forma que absurdamente me parecía gracioso, incluso me recordaba a Jazmín a diferencia que el tipo sabía de las materias. Era inteligente desde mi perspectiva. Un día me dice: -Nayib me caes bien, se ve que eres diferente a todos estos idiotas!-, Reí de una forma irónica y le pregunté: ¿Cuántos años tienes? (Mis compañeros eran de 3 a 4 años menores a mí, pero no se me notaba la edad jajaja). Tengo 23 y tu? -respondió-.
Nayib: ¡También tengo 23!, que genial encontrar a alguien de mi edad.
Andrés: Con razón te veía diferente, como mas seria en relación a todos estos payasos.
Nayib: No los trates así, son personas muy geniales deberías conocerlos.
Andrés: No soy de los que tienen muchos amigos, mis amigos son seleccionados. Y te quiero en mi lista de amigos.
Nayib: -sorprendida por lo que había dicho Andrés e incluso halagada en el momento, acepté ser su amiga.-
Andrés y yo comenzamos a salir en los entre tiempos de clases, mis anualitos me invitaban a la biblioteca o a almorzar, yo iba con Andrés para integrarlo al grupo sin embargo siempre desentonó y mis anualitos ya empezaron a pedirme que no lo llevara: -Nayib si vas a estar con nosotros por favor no lleves a Andrés, de verdad no nos agrada en absoluto.-
-Pero yo siendo yo- siempre me ha costado abandonar a las personas (soy una absurda fiel creyente que no se debería de abandonar a las personas) y notaba a Andrés demasiado solitario dentro de lo que me mostraba. Comencé a conversar mucho con el, empecé a tenerle tanta confianza que le conté cosas de mi vida como lo de mis 14 años y lo de Stefan, sin embargo sentía vergüenza contarle sobre mis preferencias sexuales.
Un día no llegó a clases y me preocupé, quise llamar pero me fui con mis anualitos y la pasé tan bien que hasta m olvidé de hacerlo, mis amigos me dijeron que habían averiguado de Andrés y que no era nada buena influencia, que de verdad era mala persona y por eso andaba solo, nadie quería ser su amigo realmente, (en mi mente no lo podía creer, las personas hablan hasta de más en muchísimas ocasiones y en caso de ser cierto pues creía que las personas merecen una nueva oportunidad), les pedí que respeten el hecho que no estaba presente y que cambiemos el tema.
Me desearon la mejor de las suertes con esa amistad y accedieron a cambiar el tema.
Fue pasando el tiempo y yo seguía muchísimo mas unida a Andrés cuando de pronto me dice: -Nayib estoy atravesando un serio problema de dinero y hay muchos problemas en mi casa, ya no sé que hacer, no supe como consolarlo y era hora de almuerzo entonces le dije: Andrés vamos te invito a comer, no tengo mucho dinero pero si me alcanzan dos almuerzos-. Andrés aceptó y mientras íbamos al restaurante me preguntó: ¿Tú farreas?, -la verdad ya tenía mucho rato sin salir a alguna discoteca y solo medio bebía con mis anualitos-
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DESCUBRIENDO MI ADICCION
No FicciónDarse cuenta de las distorsiones de una persona con adicción en la vida real, descubrir las mentiras, las vidas ocultas, la pérdida de valores y principios, el daño causado hacia el propio ser y las personas que ama. Pero aún en adicciones se logra...