Donde Yoongi es más que un empresario frustrado.
Y Jimin es solo su nuevo vecino escandaloso.
-para los que estaban leyendo la otra desde mi otra cuenta, pues actualizare todo desde está-
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Capítulo 10
La vida, es asquerosa, tratar de sobre llevarla es lo más duró, pero estás enganchado en un círculo vicioso dónde desde pequeño estás acostumbrado a estar.
Jamás olvidaré las palabras de mis padres;¡ SeHun, no entres a este lugar!, ¡no hagas esto!, siempre con sus reglas, pero ¿para que las advertencias? ; Si estas siempre han sido un reto para mi vida, y hay llegamos a lo poco que he tenido de la vida a él como debes simplemente asesinar y vivir con ello, tal vez si desapareces a una mierda más, ¿pero? quién da las gracias por ello, nadie, el mundo simplemente está para señalarte.
[***]
Camino al rededor del cuarto de hotel donde actualmente me encuentro, una de las tantas mujeres que he traído yace acostada en la cama matrimonial, dónde está se haya desnuda y una manta cubre su desnudez.
Miro la hora en el reloj que se encuentra en la mesita de noche 02.35am de la madrugada suspiro mientras ajusto el saco negro que llevo colocado, echo un vistazo a la mujer y simplemente tomo el arma que yace en la primera gavetas del tocador del lugar, le coloco el silenciador mientras lentamente me acerco a el cuerpo fino de la joven dama y sin pensarlo u procesarlo galo el gatillo del arma ocasionando un chirrido el cual hace eco en la estancia y el plumaje de las almohadas salen volando, sonrió como un desquiciado y mis ojos se calan en la sangre que sale de la cabeza de la chica.
Sin decir algo coloco el arma de fuego en la mano de está, quitó los guantes que estaba usando y los guardo en el bolsillo delantero del pantalón, recojo algunas de mis pertenencias y salgo por la ventana del lugar, agradezco internamente que la puta chica haya escogido el primer piso del hotel.
[****]
03.45am
Me encuentro conduciendo a alta velocidad hacia la suite personal que Kook me ha regalado, dejo el auto aparcado en un lugar lejos y me bajo de este, las desoladas calles me hace reconocer el frío de la madrugada y camino por la acera donde las farolas reflejan sombras escasas y sin figuras, hago una mueca al pasear mis manos por mi chaqueta y no encontrar un cigarro, continuo mi camino unas cuantas cuadras y presiono el botón, sin pensarlo mucho.
Una gran explosión se escucha, la gente comienza a alarmarse, por los ruidos que provoco dicho auto, pero yo no presto atención y continúo hacia la parada de taxis.
---Disculpe puede llevarme al hotel lexury.
El hombre asiente y yo subo al asiento trasero del taxi.
--- Sabrá Dios que habrá pasado a unas cuadras.
Habla él taxista para meterme conversación, sonrió radiante.
