Ángel De La Guarda ━━Sasuke Uchiha ✔

III

«Ansias del Saber»

“Fantasía significa lo que eres tú: de fantasía. No es posible que existas.”

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Aún había mucho que quería saber, pero la misteriosa muchacha de nombre Shira lo había dejado así, y se había alejado a paso tranquilo hacia el gran lago de líquido azul claro y brillante, donde se agachó a recoger agua con sus delicadas manos y limpiarse la cara con ella.
Y, como si había algo que Sasuke fuere era impaciente, la siguió y se sentó a la orilla al lado suyo.

- ¿Puedes enseñarme algo más que refuerce tu teoría? -preguntó mirándola de reojo- ¿O debo confiar en tu palabrería ciegamente?

Ella sonrió diminutamente entre sus manos, para luego bajarlas y mirarle en forma de reproche:

- Claro que puedo y me encantaría. Pero debes entender... Que mi habilidad es como cualquier Doujutsu; tiene un límite y también cansa a su usuario. Al igual que el Sharingan, ¿me entiendes?

- Sí, lo entiendo... -murmuró el azabache, sintiéndose regañado aunque no fue así. Suspiró- Es sólo que las respuestas lo son todo para mí ahora.

- Hmm... Puedo aceptar eso... -dijo ella pensativa- Después de todo, ese momento en la vida nos llega a todos. Pero, ¿sabes? Siempre se debe a algo; algo fuerte que haya marcado a la persona y que ésta aun no entienda o no quiera entender el porqué.

Sasuke la miró confuso: ahora sí que podía confirmar su locura o por lo menos rareza. ¿Cómo sabía tanto, y cosas que lo referían a él?

- No... No sé de qué me hablas.

- Tal vez sí. Busca en tu memoria. Eso te ayudará.

Memoria. Eso le recordó a Sasuke que tenía una pregunta más urgente que ese tema intangible para él.

- Oye, tú dijiste que nos conocemos desde toda la vida, ¿no? -Shira asintió tranquila, arrodillándose y apoyándose sobre sus talones, con las manos sobre su regazo.- Entonces, ¿por qué no te recuerdo en absoluto?

Esa pregunta por fin dio en el área sentimental de Shira, quien por un instante perdió la paz propia, reemplazándola por tristeza:

- Sasuke, Sasuke, Sasuke... No me hagas esas preguntas...

- Quiero saber. -se opuso rotundamente, mirándola ceñudo.

- Has de saber que yo no tengo todas las respuestas, Sasuke. Sólo digo lo que...-

- Pero, ¡esto te concierne a ti! ¡Debes saberlo! -se exasperó el otro, logrando que Shira hiciera una mueca por el tono alto que afectaba su intento de volver a equilibrarse.

- ¡Está bien, está bien! Pero te advierto, esto es sólo una suposición, la realidad de éste "Porqué" la sabes sólo tú, y hasta que no desbloquees tus recuerdos del todo nunca lo sabremos. ¿De acuerdo?

- Bien. -asintió el Uchiha, sin darle importancia a esa frase que en verdad era la más importante del encuentro.

- Pues... Yo calculo que en parte quisiste olvidar todo lo que tenía que ver con el tiempo en el que tenías una buena relación con tu hermano, y luego, al querer romper todo vínculo, me borraste por completo. ¿Cómo? Tú sabrás.

Shira se levantó, visiblemente dolida por ese rumbo que había tomado la charla inesperadamente. Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia un camino de tierra seca que podía llevarlos a otra parte de esa bella y extensa Flora.

Era el crepúsculo ya, y debían cambiar de posición para la hora del sueño. Pero el interrogatorio no terminaba ahí, Sasuke estaba más que sobrepasado por las dudas, y las iba a saciar.