Más Que Un Sueño

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Si, vamos.

En qué estaba pensando cuando le dije eso?

De todas formas se que estoy haciendo lo correcto.

Pero...todo va a ser muy difícil para mí, igual se que para Dani también.

La semana pasó volando, y no voy a negar que ha sido difícil. Más por las noches, cuando cierro los ojos y le doy vueltas a unas cien veces en mi cabeza tratando de encontrar una razón. Y si, se que se bien la razón por la cual lo hago, pero digamos que mi cabeza lo procesa bastante lento.

Y ahora antes de volver a empezar con que no lo estamos pensando bien, voy caminando hasta el auto con mis maletas. Para mí mala suerte, la maleta se me cayó junto con todas mis cosas.

- Yo puedo hacerlo sola - volteo. Nicolás venía junto a mi imitando lo que había dicho hace unos segundos atrás -

- Es la maleta, no soy yo - me defendí. El volteo los ojos -

- Necesitas ayuda o tu orgullo te dice que podés sola? - pregunto divertido -

- Si - respondí de mala gana -

Se acercó a mí y empezamos juntos a poner la ropa de nuevo en su lugar. Cuando terminamos lo alza y lo sube al auto, mientras que yo subía mi mochila.

- Lista? - respire hondo - Seguís con eso de que no lo están pensando bien?

- Claro que no - menti. Si le digo la verdad se viene un discurso de media hora, y no tenemos mucho tiempo, además de que ese discurso lo escuché cientos de veces - Solo es que los voy a extrañar mucho - termine diciéndo. Después de todo mentira no es, conozco a mis amigos desde muy chicos y separarme de ellos es triste -

- No empieces - Marcos otro de nuestros amigos se acercó a nosotros - Sabes bien que vamos a ir a visitarlas - dijo colocando algunas de las cosas de Dani adentro -

- Exacto. No se van a librar tan fácil de nosotros - dijo Sofía llegando con mi gemela -

- Mierda, y yo que estaba feliz por eso - bromeó Dani, Marcos la pego levemente por la espalda ofendido - Ey!! - el le sonrió en respuesta -

- Bueno chicas, es hora - Matías se acercó a nosotros junto con Lucas. Asentimos y nos subimos al auto mientras que los demás iban en el auto de Nico -

El camino al aeropuerto fue silencioso.

Al llegar fácilmente se podía ver qué estaba lleno, entrando y saliendo. Arrastrando maletas, charlando entre ellos, alguno que otro llanto por alguien que se va o regresa. Abrazos, gritos y besos.

Me froto las manos con nervios. Dios, están súper sudadas, creo que la última vez que las tuve así fue hace un año, cuando tenía que hablar frente a todo el pueblo en el instituto. Miro a Dani y noto que está igual que yo, a diferencia de mi a ella no le sudan las manos, ella se está arrancando las uñas, con suerte y sus dedos sobreviven.

Cada uno dirige su mirada a los aviones o a la gente que se despide, evitando muestras miradas. Capaz y seamos bastante exagerados, pero bueno, consecuencias de criarte con tus amigos desde muy chicos.

...

La hora pasó bastante lento, en parte agradezco, por otra no. Solo hace que mis nervios aumenten.

Estamos acá desde hace maso menos una hora esperando a embarcar. Hablamos todo este tiempo? La respuesta es que no, el silencio sigue estando presente, no es incómodo pero si doloroso.

- La mierda. Más lento no puede ser? - Dani fue la primera en hablar -

Nadie pudo evitar soltar una pequeña risita al ver la cara de frustración de mi hermana. Pero como si le respondieran llamaron para nuestro vuelo. Nuestras miradas se encuentran, una sonrisa inconscientemente nos sale a ambas.