14 de Agosto de 2006
Me aferró a la pequeña mano de mí hermana, seguramente ella este pensando que es ella la que se está aferrando a la mía, solo tiene cinco años, pero está siendo mí ancla en estos momentos. Tomo una respiración profunda, me es imposible dejar de llorar, las lágrimas caen con brusquedad de mis ojos, caen sin permiso alguno.
Volteó a ver a mí hermana, tiene los ojos inchados por las lagrimas. Para tener solo cinco años es muy lista porque se ha tomado toda esta situación muy maduramente. Sus grandes he intensos ojos color miel me miran, intenta forzar una sonrisa la cual dura solo tres segundos porque desaparecio tan rápido como cuando se formo. Su suave manito me da un apretón en modo consuelo, sin pensarlo dos veces la alzo y la envuelvo en un fuerte abrazo, ella esconde su rostro en mí cuello y puedo sentir como se les caen nuevamente las lágrimas. Mia quien está a la izquierda nos mira y trata de ocultar sus pequeñas lágrimas, pero aún así de los tres es la que más se está haciendo la fuerte como de costumbre. Le hago señas para que se nos acerque, y con una mano sostengo a Daniela y con la otra envuelvo los hombros de Mia, ella acepta mí abrazo inmediatamente y le toma solo unos segundos aferrarse a mí con más fuerza y rompe en llantos.
Diez minutos después, ya estamos nuevamente en la habitación. Acabábamos de llegar del funeral, en estos momentos mí madre ya se encontraba a tres metros bajo tierra. Ahora estaba por llevar a mis hermanas a sus habitaciones.
- Mati tengo miedo - susurró Daniela en mí oído -
En todo el día Solo se ha alejado de mi para ir al baño. Tanto que me he visto obligado a darle de comer yo, de todas formas no quería y tampoco la obligué. Mía estaba igual, apenas tocó la comida y solo ha hablado para consolar a su gemela mientras que yo me tenía que alejar de ellas por un momento.
- Por qué? - pregunto acariciando su pequeña espalda -
- No quiero dormir sola.
- Yo tampoco Mati - hablo por primera vez Mía -
- Tranquilas, se van a quedar a dormir acá. Ahora intentemos dormir si?
Coloco a Mia en la cama y ella se acuesta esperando a nosotros. A mí me es imposible soltar a Dani, cada vez que intento dejarla en la cama se aferra con más fuerza a mí. Así que como puedo trato de acostarme con ellas en brazos y que podamos estar cómodos.
- Extraño a mamá - dice Dani con la voz rota - Papá hoy me iba a cantar, porque mamá no podía ya que iba a estar con Lucas, quien me va a cantar ahora?
- Yo cantare para ti está noche. Si? - sentí como asintió rápidamente y se alejo un poco para mirar a Mía quien la había tocado -
- Yo también puedo cantar, o mejor aún, podemos cantar ambas - dice forzando una sonrisa. Dani asiente y da un beso en la mejilla a su hermana -
Hay un pequeño silencio entre nosotros. Siento como Mía busca mí mano y cuando la encuentra se aferra más a Dani y a mí. De apoco se fue escuchando nuestros llantos de nuevo, pero está vez fue más silencioso.
- Mati, no la quiero olvidar - dice Mia con hilo en la voz -
- No lo vas a hacer, ninguno de nosotros lo hará. Les prometo - ellas asienten y se les escapa un bostezo largo - ahora intentemos dormir.
- Está bien...
Dice acurrucandose nuevamente por la espalda de Dani. Nos quedamos varios minutos en silencio, hasta ya podría jurar que ya estaban dormidas. Pero eso se acabó cuando Mía volvió a hablar.
- Solo es cuestión de tiempo y estaremos bien, Verdad?
Me duele escucharla decir eso, me rompe totalmente el corazón. Mis ojos nuevamente se llenan de lágrimas y con un nudo en la garganta les respondo.
- Creo...
Y es la verdad, no les puedo asegurar nada cuando no sabemos que va a pasar. Este es un dolor que jamás espera experimentar a tan corta edad. Y es un dolor el cual no creo que con el tiempo estemos bien. Eso estaba seguro.
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Más Que Un Sueño
Random¿Y si algún día cumplen sus sueños? ¿Y si un día se vuelven muy conocidas? ¿Y si es tan hermoso como se lo imaginan? Las hermanas Valdez han sufrido mucho desde su niñez. Pero cuando su hermano les consigue una oportunidad de viajar a Buenos Aires...