Sipnosis

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13 de agosto de 2006.

Gritos y llantos. Era eso todo lo que se escuchaba al final del pasillo, haciendo retumbar mis oídos. Los doctores corriendo de un lado al otro, mí hermano sin saber que hacer, mí hermana y yo abrazándonos cada vez más fuerte. Todo paso tan rápido, tanto que no te da el tiempo necesario para pararte a pensar si lo que estaba pasando era real.

Duele. Mí cuerpo duele, en especial mis ojos, el cual palpita dolorosamente. Mí hermano no para de soltar lágrimas, pero aún así trata de no demostrarlo en frente de mí hermana y yo. Trata de calmarnos, a pesar de que sabe que va a ser difícil.

Mí vista se vuelve cada vez más borrosa, se que necesito parar y levantarme pero cada vez que trato, mí cuerpo se rinde, cayendo nuevamente al piso.

Uno siempre prepara a sus hijos o familias para su primer día, para su primer beso, para su primer novio/a. Pero jamás para la muerte. Algo que en parte tiene sentido, para que prepararte si solo sucede, sucede cuando menos lo esperas.
Otra cosa por la cual nunca te preparan es para las despedidas. Pero ahí estábamos, frente a una puerta amplia y de color blanca esperando a que nos abran. A los segundos de estar ahi, sale papa con los ojos rojos e inchados. Nos agarro de la mano y nos hizo entrar detrás de el.

Nunca pensé llegar a pasar por esa situación donde solo te quedas parada y viendo cómo pasa todo a tu alrededor. Pero así me encontraba y no podía hacer nada, por más que trataba de moverme he ir a dónde se encontraban todos no podía. No podía moverme, mí vista se volvía más borrosa por las lágrimas, mí garganta dolía de tanto llorar, mí corazón se partía en dos cada vez que veía a mis hermanos abrazados a ella llorando sin consolación y mí Papá sentando en el suelo llorando y gritando su nombre. Esto es uno de los momentos que va a quedarte en la memoria por más que pase el tiempo, por más que intentes olvidarlo. Esto se iba a quedar en nuestras cabezas como un tatuaje. Intacto hasta el día en que la vida decida llevarnos, no hay escapatoria.

Más Que Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora