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Los tres miradas estaban en mí, ansiosos porque dijera algo. Lo cierto es que no tengo nada que decir, mí mente en estos momentos se encuentra en blanco. La idea de salir de nuestra ciudad siempre estuvo presente, pero ahora mismo esa idea se puede hacer real, lo cual causa un mal estar en mí estómago.

- Mía? - lo miro sin decir nada - Qué pensas?

- Lo siento...es que estoy sorprendida con todo esto - La sonrisa de mí hermana se vuelve cada vez más grande, permitiendo así ver su dentadura. Las miradas me miran cada vez más intenso, esperan que diga algo de su agrado o más bien algo, pero realmente no se que pensar - Chicos...es que no se.

- No vengas con eso de que no lo vamos a lograr eh - advirtió Daniela - Mia está oportunidad es muy grande, no la podemos desperdiciar.

- Lo se, créeme que lo sé. Pero no es solo irnos, acá tenemos un hogar, amigos y principalmente ellos - apunte a los hombres que teníamos en frente, pero más lo decía por lucas -

- Mía, no te preocupes por nosotros, vamos a estar bien. Y sabes perfectamente que está casa y tus amigos no van a ir a ningún lado - respondió Mati sonriendo -

- Yo no quiero que se vayan - dijo Lucas con enojo. Se levantó rápidamente y salió del comedor -

- A eso me refiero.

- Mia sabes cómo es el, solo es cuestión de costumbre - respondió Matías -

Y acá es donde me vuelve a surgir otro problema.

- Y dónde vamos a vivir? No tenemos mucha plata - dije mirando a ambos -

- Ay deja de verle el lado negativo a todo - soltó Dani con reproche - Podemos conseguir trabajo, luego alquilar algún lugar.

- Además mí amigo no tiene problema con que se queden en su casa hasta que consigan uno.

- Pero ni lo conocemos, como aseguras que es de fiar? - Daniela se levantó de golpe y se acercó a mí. Si no la conociera ya pensaría que me iba a pegar, pero solo es de poca paciencia -

- Basta. Me tenés arta con tu negatividad. Si no querés ir bien, no voy a estar esperando a que te decidas. Yo si voy a ir, sea con vos o no - Me miro una última vez y salio del lugar. Matias soltó aire cansado -

- No seas asi, esto lo quisieron desde que tienen seis años - desvíe mí mirada hacia el plato que ya se encontraba vacío - No te preocupes por nosotros, si pudimos vivir sin el, podemos hacerlo temporalmente sin ustedes - sus ojos ahora me miraban tristes. Volví a mí vista nuevamente a mí plato, no podía verlo asi, no me gustaba - Y mí amigo es de fiar, si no lo fuera jamás dejaría que vayan - lo mire y como si leyera mí mente hablo - Se llama Alex.

- Está bien...- una sonrisa apareció en su rostro. Me acerco a él y me dio un fuerte abrazo, el cual correspondí -

Realmente necesitaba ese abrazo, era una forma de saber que podía hacerlo, tenía el apoyo de todos, ahora solo faltaba mí propio apoyo.

- Gracias, sabía que no me ibas a dejar sola - Dani se acercó rápidamente a mí, sorprendiéndome con un abrazo y un beso en la mejilla - Te quiero mucho Nega - Soltó riendo. Ese es un apodo que me puso ella cuando éramos más chica, y me lo puso porque dice que soy muy negativa -

- Yo más...- Matías nos miraba como tal padre orgulloso de sus hijas -

Después de lavar los platos y arreglar un poco la cocina nos fuimos a nuestras habitaciones. No sin antes hablar con Lucas, que al principio no nos quería recibir pero termino accediendo.

(...)

Dios. Nunca hayan de compras con sus amigos que son amantes a eso. Estamos con Sofía, Nico, Dani y Augusto y Marcos dos amigos nuestros en el centro comercial. Los chicos y Dani se fueron a ver ellos lo que querían, pero a mí me dejaron con Sofi que no se decide por qué ropa comprar. Que muy oscuro, que muy escotado, que no le va a quedar, etc. Siempre le encuentra algún defecto.

Más Que Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora