-Capítulo 9-

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"Los vampiros no existen"

—Realmente es lindo—dijo Amanda mirando la página donde había una foto del vestido.

—En serio lo siento—sone apenada.

Eran ya casi las 19:00 en punto y habíamos pasado un rato hablando sobre la universidad, mi tiempo libre y de cómo disfrutar la vida a nuestra edad. Nada muy interesante. Me llamó la atención que Amanda no dijera nada sobre Aaron. Suena raro que ahora el chico de al lado no es más "él chico de al lado", sino Aaron. Su nombre era simplemente hermoso.

—¿Qué le dirás a Eleonor?.

—Que lo arruine y que debemos conseguir un vestido en menos de dos horas.

—Va a matarte.

—No, ¿en serio?.

Luego de una conversación tratando de adivinar cómo me asesinaría mi madre, Amanda tuvo una idea que iluminó hasta el infierno. Le diríamos, o mejor dicho, ella le diría a mi madre que le envíe una foto de todos los vestidos que vi pero que absolutamente ninguno le había gustado y que por eso había decidido ir al centro comercial con los desastrosos. Cuando se lo dijo, literalmente me escondí detrás de Luke evitando que me vea. Ella asintió con la cabeza luego del abrazo y un beso amoroso que le dio a Amanda al terminar de hablar. Mamá podía llegar a ser agradable cuando quería siempre y cuando ese alguien no fuera yo, claro está.

En lo que Luke y Erick desaparecieron con Amanda para ir al centro comercial lo que quedaba de mi tarde se basó en ver a Matt y a mi madre prepararse para la fiesta. Básicamente Matt tardo una hora en bañarse y plancharse su traje -mamá nunca planchaba nuestra ropa-, peinarse y ponerse el traje negro con corbata azul mate. No tardé tanto en darme cuenta que el vestido de mamá sería azul, ella tenía algo así como un tic para que todo saliera como ella quisiera, todo debía ser como ella quería o te irías al infierno con tan solo una de sus miradas frías.

Vi a Matt prepararse y pase la tarde con él hasta que Amanda y los desastrosos llegaron con el vestido, así que mi nueva tarea fue acompañar a Amanda a mi habitación para darle mi opinión.

—¿Entonces?...—me dijo Amanda mientras daba una vuelta en sus pies y estiraba el vestido con sus brazos.

El vestido era simple pero hermoso. Largo, rosa brilloso, ajustado al cuerpo y un escote en v que resaltaba más de lo que a mi me gustaría. Pero ese era el estilo de Amanda y le quedaba excelente.

Levanté mis pulgares con una sonrisa en mi cara en forma de aprobación. Amanda recorría mi habitación mientras intentaba ponerse los zapatos -color crudo- dando saltitos por toda la habitación.

—Sabes que puedes sentarte y ponértelos tranquila, ¿no?—le pregunté mientras la miraba con una ceja enarcada, llevándome un puñado de snacks a la boca, luego limpie mi mano en mi pantalón.

—Sabes que te puedes limpiar la mano con una servilleta, ¿no?—me devolvió la pregunta parándose en seco con cara de asco aunque un poco divertida.

Me encogí de hombros restándole importancia.

—¿Nunca hablaste con Aaron?.

—¿Mhm?—la mire despegando mi mirada de la bolsa ya casi vacía de snacks. Al ver que no había más suspiré dramáticamente.

—Si nunca hablaste con Aaron.

Mi cerebro tardó un momento en darse cuenta que se refería al chico de al lado.

—Ah, ¿con el chico de al lado?. Nop. Nunca.

—¿Se puede saber por qué?—enarco una ceja con una mini sonrisa.

La chica que se escondió del sol (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora