Clark

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[CAPITULO 5]

Por fin había terminado la tediosa y aburrida jornada laboral de Jeremy, y para terminar el día simplemente me pidió que lo llevase de regreso a casa limitándose a dirigirme la palabra o tan siquiera una mirada. Pase por alto su irritable y repentino estado de molestia, él podría hacer de este día el más fatídico pero no lograría hacérmelo a mí.

En el transcurso de la tarde recibí un mensaje por parte de Clark pidiéndome inmediatamente que me presentara en mi departamento en un par de minutos, pues tal parecía que el canoso hombre necesitaba hablar de algo sumamente importante. Y así para evitarme la molestia de hacer enojar a Clark por mi impuntualidad me marche de la mansión no sin antes haberle dejado un recado a Jeremy con su sirvienta.

Tome rumbo al departamento agradeciendo que no había tanto tráfico en las calles y que todo estuviera en calma; subí rápidamente al piso donde se encontraba la habitación en la que me hospedaba, no había señal alguna de Clark así que abrí la puerta lista para esperar al fétido de mi jefe, pero vaya sorpresa me lleve cuando lo encontré complacidamente degustando un costoso vino.

Llegas tarde Aly —hablo molesto Clark quien venía arropado de un impecable smoking beige. Metió una de sus manos a su bolsillo para lanzarme una copia de las llaves de mi departamento respondiendo a mi pregunta mental de ¿cómo carajo había logrado entrar?—. ¿Qué tal vas con tu misión?, ¿ya te llevo a su cama? —sonrió sarcásticamente marcando aún más las arrugas en su rostro y provocándome cierta repulsión.

Parece que hago bien mi rol de niñera —lo mire amenazadoramente a su par de orbes grisáceas—. Y no le permitiré llevarme a su cama.

—Bien —bebió de un solo trago todo el contenido de la copa para luego dejarlo puesto sobre la repisa—. Me impresiona que aún no te hayas revolcado con él, he escuchado que es bueno en la cama.

— ¿Acaso a ti ya te llevo a su cama? —le sonreí con burla a lo cual él me correspondió riendo también débilmente.

Realmente aun no me cabe en la cabeza que no hayas tenido sexo con él conociendo lo perra que eres —mi sonrisa se había desvanecido invadiendo inmediatamente mi cuerpo de rabia, tense fuertemente mi mandíbula ante su gran ofensa hacia mi persona—. O tal vez le de asco acostarse con pubertas.

—No creo que hayas venido hasta acá para saber si ya tuve sexo con Jeremy.

—En efecto no, solamente vine a advertirte de algo —metió ambas manos en sus bolsillos paseándose lentamente por toda la recamara—. Mañana tendré una reunión con Jeremy, si él me da un buen veredicto de tu trabajo no te molestare más —se acercó lentamente hasta mi llenando mis fosas nasales de su repulsivo olor a cigarro y vino—. Pero si él dice que tu trabajo es una porquería, entonces olvídate de salir de la ISSU —lamio sus delgados labios y me miro de pies a cabeza para luego dirigirse a la puerta dispuesto a marcharse—. Sera un buen momento para que vayas a la mansión de Jeremy y le des una buena sesión de sexo.

Clark se marchó de la habitación, dejándome con una amarga sensación de frustración al no saber cuál sería la opinión de Jeremy respecto a mi trabajo. No creía capaz a Jeremy de hablar mal de mí solo porque no he cedido a complacer a su calenturienta polla, pero al mismo tiempo también podría resultar ser un maldito perro y convencer a Clark de que vaya y me revuelque bajo sus sabanas.

Odiaba tanto que Clark siempre intentara joderme en cada una de las misiones, aunque de cierto modo todo esto me parecía extraño; extraño porque apenas comenzaba con mi misión y era algo prematuro pedirle alguna clase de opinión a Jeremy sobre mi trabajo, además de que Clark comúnmente a este tipo de misiones no tiende a tomarle demasiada importancia, haciéndome pensar que tal vez él se traía algo entre manos y buscaba cualquier manera de mantenerme atada a su asquerosa Institución.

Mi Próxima MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora