Tres días habían pasado desde que Seoyeon se había sentado junto aquel extraño en la misma banca, tres días en los que él había aparecido en aquel lugar a la misma hora, no podía evitarlo, pero la curiosidad comenzaba a brotar en su interior. Acaso siempre iba al parque? Que hacía realmente? Porque lucía tan misterioso? Era un asesino? Acaso era guapo? Frunció su ceño al pensar eso último, y solo optó por concentrarse en las demás preguntas, mientras se limitaba a obvservarlo desde su banca habitual. Pero aunque quisiera no podía sacarse de su mente la voz de aquel hombre, voz que solo había escuchado dos veces aquel día..
-Que haces tía Seoyeon?- La voz de su sobrina llamo su atención, haciéndola desviar su mirada del extraño hombre sentado en la banca. - Nada Jiwoo solo me inspiraba.- Sonrió falsamente a su sobrina, y sin esperar contestación por parte de ella, regreso su mirada a dónde se suponía que debía de haber un hombre. - Qué?- Chillo frustrada al ver la banca vacía, mientras su sobrina observaba los trazos que su tía había hecho en su cuaderno aquel día. -Un hombre?- Se pregunto la menor, para despues abrir los ojos y gritar. -LE DIRÉ A LA ABUELA QUE ERES UNA ACOSADORA.- El grito de Jiwoo la saco de sus pensamientos, haciéndola sonrojarse ligeramente. - No digas tonterías.- Seoyeon trato de calmar a su sobrina, excusándose de la peor manera, pero aun así sabía que aquellas palabras no eran una mentira del todo.
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