En la mañana del dia siguiente Argentina se fue de casa con rumbo al aeropuerto, tranquilo y feliz; sabia que Bolivia cuidaria bien de ella y de tomy.
Bolivia se despidio un tanto triste, no queria que el argentino se vaya puesto que con el se marchaban muchos de sus anhelos. Pero que remedio, ahora tenia que continuar aunque se sintiera solo.
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Por la tarde, cuando daban las 4:00 p.m Bolivia se encontraba limpiando la casa.
Bolivia: vamos tomychi ponle la musica a todo volumen ------ decia mientras barria con una escoba la sala.
El felino Tomy tan solo lo miraba con curiosidad pero pronto sus orejas se movieron, como escuchando un ruido extraño y comenzo a maullar.
Bolivia: que pasa tomychi?
Y un estruendo se escucho en la parte que daba a la cocina.
Bolivia corrio y vio todo en llamas, al parecer una bomba molotov era causante de todo el alboroto.
Bolivia: pero a quien carajos se le ocurre semejante barbarie!!! ------ y comenzo a tratar de apagar el fuego con la escoba ------ maldicion, esto no funciona.
Desesperado trato de buscar otra cosa con la cual extinguir el incendio que cobraba mayor fuerza. Y en medio de su busquesa escucho gruñir al gato, como si alguien lo atacara.
Bolivia: michi ahora no es el... ------- entro de nuevo a la sala y ahi se encontro a un tipo bastante alto y formido.
El gato estaba en posicion de ataque, aquel tipo hablo y dio a entender que venia de parte del enamorado de Argentina. Ese novio toxico mando a matarlo para que asi el argentino aprenda a nunca mas estar con otra persona.
Bolivia estaba pensando en como salir de aquella situacion, hasta que aquel tipo volvio a hablar.
¿t.p.? : y el jefe tambien le dara un castigo severo al argentino, para nunca vuelva a andar de ofrecido.
Con la paciencia rota, Bolivia no lo penso 2 veces y se avalanzo sobre el para golpearlo.
Una pelea sin igual, en medio de la sala ambos se propinaban golpes muy duros. Hasta que una silla se estrello en la cabeza de Bolivia, dejandolo atontado.
Sin duda seria su fin, pero Tomy el michi salio en su defensa y comenzo a rascar y morder la pierna del intruso.
Bolivia trataba de recuperarse, tenia un ojo muy lastimado y su labio inferior estaba roto de la patada que recibio. Miro a su enemigo, que habia atrapado al michi.
Bolivia: Tomy !! Nooo!!!
Aquel pequeño michi trato de safarse del agarre, pero fue arrojado al suelo y de manera despiada aquel temible enemigo comenzo a patearlo y pisarlo para matarlo.
Aquellos maullidos, llantos de dolor resonaban en la cabeza del boliviano, obligandolo a pensar rapido en una solucion.
Bingo
Recordo que siempre escondia un machete bajo la mesita de la sala, por si algun dia tenia que lidiar con delincuentes.
Con el corazon latiendole a mil por hora y con la adrenalina al maximo, Bolivia se levanto y corrio a sacar el arma, y como si fuera una escena lenta se lanzo sobre el contrario para asestarle un golpe fatal en el cuello.
La sangre chorreaba a borbotones y su aroma tan caracteristico lleno por completo los sentidos del boliviano.
Bolivia respiraba agitado y se apresuro a socorrer al michi que logro salvar su vida.
Bolivia: vamos tomy -------- alzaba al gatuno en sus brazos -------- ... vamos continua conmigo.
Pero el pobre gato moribundo respiraba apenas con mucha dificultad y en sus ultimos momentos alcanso a darle unas leves lamidas en su brazo.
Bolivia: no me digas adios... ------ lloraba sin cesar ---------- ... -------- pero ya no hay respuesta alguna -------- ... TOMY!!!
Ya no hay nada que hacer, se ha marchado. No hay consuelo mas que decirle adios, como le enseño un dia Argentina.
Bolivia pronto recordo lo que aquel bastardo le dijo, sobre aquel castigo que le esperaba al argentino.
Y dejando todo asi, salio corriendo de la casa, llevandose consigo al michi. Un par de horas despues llego al cementerio donde su papá dormia por la eternidad.
Y rasgando la tierra con sus manos, logro abrir un hueco y con mucho cuidado deposito a Tomy en ese lugar
Luego de taparlo comenzo a rezar y dar gracias por haberlo conocido
Bolivia: descansa Tomy, ahora es mi turno de salvar a nuestro camarada.
Y mirando al cielo nocturno se prometio mil veces a si mismo que no volveria a llorar.
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