Pet's Curse (Tomarry)

Capítulo 6. Ataque sin sentido

Pet's Curse

Por Isys Luna Skeeter

Traducción por Alyssa S.

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—Plática.

«Pensamiento»

-Pársel-

{Hablando por chimenea/Espejo doble}

Pensamiento en tercera persona/Sueño/Memoria/Revista/Recuerdo/Otros

Carta/Periódico/Libro/Diario

Cambio de tiempo/Fecha

Cambio de POV

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Capítulo VI

—Ataque sin Sentido—

Domingo, 14 de noviembre de 1971

AMM's POV

Harry y Rodolphus se levantaron y salieron del Caldero Chorreante para dirigirse al Callejón Diagon.

—Así que, ¿eres el sobrino de Lord Potter?

Harry asintió.

—Sí, eso parece. Irónico, ¿no? Pasé toda mi vida siendo un don nadie y de repente me encontré con varios lords pura sangre reclamándome como suyo.

Rodolphus rio y Harry no tuvo la fuerza para admitir que uno de los Lords no era exactamente Sangre Pura, ¡pero bueno! ¿A quién le importaba si Voldemort era sangre pura o mestizo?

—Hubiera sido bueno que te hayan reclamado antes, tal vez nos hubiéramos conocido antes.

Harry sonrió, asintiendo. De pronto, el ojiverde se detuvo a medio paso, por lo que Rodolphus frunció el ceño y levantó una ceja. Al minuto siguiente, se escucharon gritos al otro lado de callejón. Harry se tensó, miró a Rodolphus y luego tomó su varita e hizo lo único razonable que podía hacer: atacó a los Mortífagos. Pudieron parecer varios minutos por la forma en que Harry lo hizo, pero había sido menos de un minuto gracias a su entrenamiento como Auror. Rodolphus le siguió, más lento que Harry pero más rápido que el promedio.

Harry se encontró espalda contra espalda con Rodolphus debido a que ambos luchaban contra los hombres encapuchados y enmascarados. Harry sabía que cuando la emoción de la pelea haya cesado lo lamentaría, pero en este momento, no pudo evitar pensar que Rodolphus y él hacían un gran equipo y se sentía muy bien estar de nuevo a las andadas. De volver a tener alguien con el que valga la pena pelear. No simples ladrones, sino verdaderos combatientes. Esto era lo que Harry había pedido, y no podía dejar de reír descaradamente.

—Aiden, ¿te estás riendo?

—Llámame loco Rodolphus, pero no me había sentido tan vivo desde los 17.

Rodophus se rió.

—En ese caso hagamos un festín, ¿de acuerdo? Toma los 50 de tu lado, y yo los otros 50...

—¿Qué pasa con los otros 100? —Harry preguntó en medio de su lucha.

—Los compartiremos.

Harry no pudo evitar reírse.

—Eso está bien para mí.

Ambos intercambiaron una mirada y siguieron atacando a los mortífagos.