PARECEN MARIPOSAS, PERO ES AMOR

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Es curioso como parece que los días se repiten una y otra vez,  pasando de ser días a convertirse en años, las hojas caen de los árboles, el suelo se cubre con mantos blanco y fríos, luego se derriten  hasta que la calle de asfalto se vuelve a ver...

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Es curioso como parece que los días se repiten una y otra vez,  pasando de ser días a convertirse en años, las hojas caen de los árboles, el suelo se cubre con mantos blanco y fríos, luego se derriten  hasta que la calle de asfalto se vuelve a ver claramente, pronto las flores vuelven a aparecer, el calor se vuelve insoportable y así cada día va pasando para repetir ese proceso.

 
Jimin observó a Yoongi pasar el balón de básquetbol, Namjoon, su nuevo amigo lo recibió, Jimin a veces odiaba estar allí apoyando a Yoongi en sus prácticas, pero él se lo pedía y no había nada que le negara, así que allí estaba viéndolos jugar, Jimin quería poder explicar lo que sentía cada vez que Yoongi le sonreía, él ya no era un niño de cinco años, tenía catorce, pero había cosas que desconocía mucho.
Yoongi conservaba ciertas características de cuando era un niño de ocho, como sus ojos oscuros, tan parecidos a los de un gato, su piel seguía siendo tan blanca e inmaculada, tan pura, pero los demás rasgos de el Yoongi niño habían crecido al Yoongi de dieciséis, Jimin suspiro.

Sabía que Yoongi era un chico que a muchos les llamaba la atención, pero a él no podía llamarle la atención. Ellos dos habían crecido juntos, casi como hermanos, aún cuando Yoongi se sentía incómodo con que la gente dijera que eran como hermanos, Jimin había empezado a sentir esa incomodidad y la sensación de un malestar en el pecho cada vez que veía a otras chicas estar muy cerca de él, pero cuando Yoongi le sonreía, sólo a él, sentía que su estómago se retorcía como si hubiese algo dentro, su pecho burbujeaba de emoción, era como si sus sistemas del cuerpo se volvieran locos. 

Volvió a suspirar y allí estaba otra vez ella, Sana, estaba tan cerca de él, quería ir y decirle que lo dejara, pero aún cuando estaba en secundaria, a la par de ellos era un niño y la razón por la que Yoongi lo incluía en sus cosas era por el cariño de haber crecido juntos, al menos eso se debía a sí mismo, por no usar la palabra con "L", siempre con sus faldas cortas, las uñas tan largas, Jimin no quería compararla con las uñas de las aves de rapiña. Pero se sentía tentado. 

Observó como Yoongi sonreía con ella, era una sonrisa diferente a la que le daba a él, en la que le daba a él parecía la sonrisa que le das a un hermano o a un hijo, pero a ella le daba una sonrisa de interés.
Bajó las escaleras del gimnasio y camino a la salida, no quería estar allí, es más, no volvería aunque Yoongi se lo pidiera, se burló de sí mismo, es obvio que lo haría, él haría lo que sea por Yoongi, pero ahora no podía estar allí.

Camino hasta la salida del colegio, cuando  recordó que había dejado la mochila en el casillero, corrió de regreso y cuando por fin la tubo en sus manos, camino hasta su casa, lo bueno era que estaba cerca, seguía teniendo esa sensación, la sensación de querer golpear a la chica, respiro profundo y ajusto las correas de las mochilas, estaban entrando al verano, cada día se sentía más caliente y cansado.

Después de caminar bajo el brillante sol y caliente, por fin llegó a casa. 

 

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The Sugar Fairy - Yoonmin  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora