Jimin amó a Yoongi desde que lo vio por primera vez, hacía sentir especial su pecho, aún cuando él no sabía lo que era el amor, pero al pasar el tiempo descubrió que, eso en su pecho era amor, sin embargo, Yoongi tenía miedo de ese sentimiento que c...
@AlejaDe ¿Qué comes que adivinas? JAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAA
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El corazón de Jimin saltó, Jimin podría jurar que su corazón estaba a nada de atravesarlo para poder ir a Yoongi, su respiración por un momento se quedó quieta ante la confesión de Yoongi, pero luego pensó, estaba ebrio por supuesto que no lo decía en serio, o no que lo amara de la forma que él habría deseado.
Se levantó y llevó a Yoongi hasta el sofá, éste estaba dormido, la escena parecía familiar sólo que ahora Yoongi era el ebrio. Jimin acarició su rostro, tan sereno y cuando se iba a inclinar para rodar sus labios con los de Yoongi este abrió los ojos. — Perdóname Jimin — susurró acelerando el pulso de Jimin
— ¿Por qué? — había un nudo en su garganta
— Yo tengo miedo de quererte —admitió, Jimin ya no sabía si Yoongi estaba del todo borracho
— ¿Por qué tienes miedo? — quiso saber, pero Yoongi se incorporó y tiró a Jimin sobre él para abrazarlo
— Desde que te vi cuando eras sólo un pequeño, quise cuidarte, pero pensé que era cariño fraternal, cuando crecimos me empezaste a gustar de verdad, por eso me aleje, eras un niño aún, yo le debo muchos a tus padres, no puedo hacerles esto — pero lo que salía de la boca de Yoongi contradijo cada acción que tomó después
Jimin sintió como sus labios eran tomados por los de Yoongi, de una forma tan suave y envolvente, quiso alejarse, no era que no quería, porque lo deseaba, pero no así, pero al igual que Yoongi sus acciones fueron contrarias a su razón, movió sus labios al ritmo de Yoongi.
Jimin trató de recuperar la conciencia de lo que hacía, pero si cuerpo no se movía, al menos no lejos del toque que le daba Yoongi.
Pronto los labios de Yoongi se sentían tan bien que Jimin decidió tomar lo único que tendría, porque sabía que quizás nunca más lo tendría. Era consciente que Yoongi se iría para no volver, así como que él no se iría y dejaría a su vida para ir a otro país, también que Yoongi se reprocharía, así que cedió, y se dejó ir a sus deseos. A esas manos que lo tocaban admiración y adoración, suaves toques que arrancaban suspiros, jadeos y gemidos de sus labios.
Sabía lo que pasaría, él se entregaría a Yoongi, aún si él no era consciente o tal vez sí. Los labios de Yoongi recorrían su cuello y clavículas, mientras la manos hacían un recorrido por todo su cuerpo. Hasta que, ambos estaban desnudo en aquel sofá, esa sería la primera y la última vez de Jimin, escondió su rostro entre el cuello y hombro de Yoongi, se entregó al placer de esa noche, mientras Yoongi lo hacía desear más, lo llenaba con su esencia y le hacía sentir de alguna manera que le pertenecía a él, a Yoongi.
Lo amaba y Yoongi a él, se entregaron a ese amor, pero no sería como querían que fuera.
Yoongi susurró un débil te amo y se quedó agotado hasta quedar profundamente dormido. Jimin sintió el nudo en su garganta y se quitó de encima, se limpió a sí mismo, limpió a Yoongi como si nada hubiese pasado, salió de allí y caminó a su habitación, se baño estuvo bajo el chorro de agua durante horas, se sentía sucio, ¿cómo vuelves al pasado y remedias algo? Muchas personas se arrepienten de sus errores mucho tiempo después, Jimin se arrepentía allí mismo.
