Capítulo 10

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Al llegar la madrugada, el joven se restriega la mano en el rostro para intentar disimular un poco el cansancio de haber viaje toda la noche.

—Viajamos toda la noche —Dice en un bostezo —Pero llegamos —Mira hacia el pueblo frente a el —A su paso deberían llegar a este lugar en la tarde. —Estira sus brazos —Descuida amigo, descansaremos en ese lugar.

...

Al estar listos, Borja camina con Vesta sobre su lomo hasta llegar al fin del bosque. Entonces, Vesta nota entre los árboles un par ojos azules que la observan.

—¿Crees que...?

—Solo espero que no genere problemas —Vesta sonríe ante la respuesta de Borja.

La joven baja del lomo del demonio para acercarse a Mirilia.

—¿Quieres venir con nosotros?

—Nunca he salido de aquí. Solo a la ciudad humana.

—Nosotros tampoco habíamos salido tan lejos de nuestro hogar por cuenta propia. Y aquí estamos.

—¿No volverá por mí ¿verdad? —Vesta siente tristeza al oírla. Aquella demonio aún tiene la esperanza de que Rynna volverá algún día.

—No. Ella no volverá.

—No lo sé...

—Has estado sola mucho tiempo, Mirilia.

—Ni siquiera los demonios queremos estar solos, hija de Rynna. Solo nos tenemos a nosotros y nuestro propósito. Pero, yo no tengo uno. Por eso me nombró demonio blanco.

—Vamos —Vesta extiende su mano hacia la loba —Descubramos cuál es tu propósito.

En cuanto Vesta regresa a su lado, Borja siente un ligero desagrado al ver que ese demonio la acompaña. Pero no tiene de otra más que aceptar la decisión de la joven.

—Mirilia irá con nosotros.

—Como quieras. Ya Vámonos de este lugar.

Borja retoma el camino con pasos rápidos mientras su mente empieza a hacer las mismas preguntas de siempre desde que todo comenzó. Pero una extraña sensación lo obliga a detenerse, dejando a Vesta confundida.

—¿Qué pasa?

—Maldita sea... —Voltea con una expresión aun más seria —Lo que me faltaba...

—¡Vesta!

—¡Borja!

—¡¿Lanch?! ¡¿Lonch?! —Ambos demonios saltan sobre ella haciéndola caer sobre el césped —¡¿Cómo es que...?!

—Ese lugar no tiene una barrera, querida —Dice Lonch.

—Si no salimos de ese lugar es porque tú estabas ahí —Finaliza Lanch.

—Un día y dos noches fueron suficientes para alcanzarlos —Dice Lonch —Van bastante lento.

—Raksha dijo que no llamáramos la atención —Dice la joven, poniéndose de pie y limpiando su ropa.

—Supongo que no se metieron en problemas de camino hacia acá —Gruñe Borja.

—Para nada —Dice Lonch.

—No hicimos ninguna parada hasta ahora —Ambos demonios sonríen aparentando inocencia —¿Quién es ella? —Cambian el tema.

—Su nombre es Mirilia. Conoció a mamá luego de que el bosque de los demonios se creara.

Lanch y Lonch observan en silencio a Mirilia, quien comienza a sentirse incómoda con el silencio de todos.

—¿Cómo no llamar la atención con estos dos haciendo estupideces todo el tiempo? —Pregunta Borja mirando a la chica.

—No lo sé, no creí que saldrían de ese lugar para buscarme —Responde mientras mira a los demonios interactuar con Mirilia de forma "amigable" —No tenemos más opción que seguir con ellos.

—¡Oye, Vesta! ¡Este demonio es divertido! —Grita Lanch.

—¡¿Nos la quedamos?! —Pregunta Lonch.

La joven ve cómo los tres demonios juegan como si fueran niños. El origen infantil de los demonios mellizos y el comportamiento amigable e inocente de Mirilia los vuelve completamente compatibles.

Aquello hace que Vesta se haga cada vez más preguntas sobre lo que hay afuera ¿habrán más demonios como Mirilia? ¿Más brujas como ella o como Stolas? Stolas, ¿qué estará haciendo en este momento? ¿Sabrá que ella lo está buscando?

Una pequeña llama rojiza se enciende no muy lejos del grupo, haciendo que Vesta se sobresalte.

—¿Qué es...? —Dice mientras se acerca.

De la llama parece salir un llanto infantil que se detiene en cuanto Vesta llega a ella.

—¿Eres...?

—¿Mamá? —Pregunta la misma voz desde el interior de la llama.

—Stolas...

Quiero a mi mami... —Aquella voz acaba apagándose junto con el fuego dejando una mancha negra en medio del césped; y a Vesta con aún más preguntas que antes.

—Tengo que encontrarlo. —Voltea a ver a los demonios —Tengo que encontrar a Stolas cuanto antes.

Vesta sube al lomo de Borja para retomar cuanto antes su camino. Pero al mismo tiempo que parece mostrarse preocupada por su misión, el demonio que la lleva se preocupa por ella. Presiente que algo malo pasará si Vesta se sobre exige demasiado; y no quiere que eso pase.

El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora