El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta

Capítulo 20

En el hostal, Vesta Borja continúan en silencio a la espera de que Fey regrese para seguir el viaje.

—Se está tardando mucho —Comenta Borja.

—¿Quieres que sigamos sin él? —Pregunta Vesta, casi en un murmullo —Si quieres podemos...

—Esto no se trata de lo que yo quiero, Vesta. Se trata de lo que tú quieres hacer en todo esto —La mira fijamente —¿Qué es lo que quieres?

—Yo... —Sus ojos miran los de Borja, y una extraña y leve desesperación por responder aparece.

—No lo sabes —Finaliza el demonio.

—Claro que... —El demonio tiene razón —No lo sé.

Las lágrimas comienzan a brotar de los ojos de Vesta debido a la desesperación por querer responder.

—Ya no sé qué estoy buscando. Yo...

Un ligero sollozo llama la atención de todos en la habitación, al mismo tiempo que la chimenea de esta se enciende de repente.

—Mamá... Tengo miedo... —Es la misma voz —Quiero a mi mamita...

Vesta acaba por acercarse a las llamas para ver más de cerca. Siente que algo la atrae hasta el punto de querer tocarlo ¿Qué es ese dolor que siente en su pecho?

—Ayúdame...

El calor poco a poco va creciendo hasta el punto de ser un poco doloroso a medida que se acerca a las llamas; pero algo se interpone rompiendo el trance. Entonces, la chica nota la mano de Borja sobre la suya cubriéndola del fuego.

—Te estás...

—Yo no me quemo.

—No entiendo qué pasa. —Dice la chica mientras mira su mano ligeramente enrojecida. —¿Por qué...?

—¡Ayúdenme por favor! —Mirilia entra a la habitación, transformada en humana, completamente asustada —¡El chico está en problemas y no puedo ayudarlo!

—¡¿Qué ocurre?! —Pregunta una alterada Vesta.

...

En un callejón, a metros del hostal, un par de hombres sujetan a Fey de ambos brazos mientras un tercero le propina una golpiza que lo hace expulsar todo el aire de sus pulmones en un intento por no gritar.

—Te dije que no quería volver a verte por aquí —Vuelve a golpearlo —Te advertí que si lo hacías no ibas a salir bien parado.

—Solo estaba de paso... —Dice Fey —No vengo a causar problemas... De verdad —Otro golpe.

—¿De paso como la última vez? —Otro golpe.

—¡Ya basta! —Todos ven a la joven que mira con horror la escena —¡Ya déjenlo!

—Te aconsejo que te vayas de aquí —Dice el sujeto —Tengo cuentas pendientes con él. Y pienso saldar esa cuenta ahora mismo. —Vuelve a golpearlo en el estómago.

—¿Por qué no se defiende? —Pregunta Lonch —No parecía tan débil antes.

A pesar de su miedo, Vesta se decide a ayudarlo. Pero antes de siquiera dar un paso, Borja la detiene para avanzar en su lugar.

—Waw —Dice Lonch —Esto va a estar divertido —Ambos demonios salen de las sombras para no perderse de nada.

Vesta mira a Borja en silencio mientras camina hacia Fey. No está segura de lo que hará cuando llegue a ellos; pero no hay duda de que los hará gritar en cuanto lo vean.

—Los humanos son sumamente despreciables... —Todos se petrifican al oír aquella lúgubre voz que parece sacada del mismo infierno —Suéltenlo, y consideraré tener piedad con ustedes —Aquello asombra a Vesta y a los demonios presentes —Largo de aquí...

Al ver la expresión de quienes sujetan a Fey, el tercer hombre voltea para encontrarse con una criatura mucho más alta que él, de grandes garras, y ojos amarillos que lo miran directamente.

—Es... —Los hombres dejan caer a Fey —Es un...

—Es un monstruo —Dice uno de los hombres.

—Soy la calamidad... —Dice en un gruñido que hace que los tres hombres acaben por salir corriendo del lugar, abandonando a Fey en el sitio.

—Tenemos que salir de aquí —Dice Vesta mientras corre hacia Fey para socorrerlo —Fey ¿puedes oírme?

Fey abre los ojos a duras penas para ver a Vesta y a la extraña criatura parada junto a ella.

—Yo... Lo siento. —Vesta vio lágrimas en los ojos del chico.

Fey termina desmayándose en brazos de Vesta, quien deja que Borja se acerque para ayudarla a llevarlo de vuelta a la carreta y salir de la ciudad cuanto antes.

—Vámonos de aquí —Dice el demonio mientras sostiene al joven inconsciente en sus brazos.