La dulce melodía

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Keira

Hoy iré a la casa de mi misterioso vecino que a decir verdad jamás lo había visto por ahí. Unos de mis defectos es la curiosidad. Y esa voz de niña que había en esa casa no me ayudaba a dejar de ser tan cotilla. Todo era muy extraño.

-Entonces me dijo que iba a pensar el plan, está - Dijo Need señalándome. - no quiere ir manosearse un poco con Adam y ya.

-Bueno, la verdad un poco de lógica tiene Need. - Contesto Maddie.

-Gracias a Dios alguien con cabeza. - Dije yo exagerando con las manos. - Ahora lo que menos me importa es el vídeo.

- ¿Y qué es eso que tanto te importa? Si se puede saber claro.

-Nada Need. - Conteste seca, no quería que se enterase ya que, si lo sabía lo siguiente que haría, sería ir y decírselo a todos y no era plan.

Need era como una maruja encerrada en el cuerpo de un chaval de diecisiete.

-Vamos no seas así Keira. Need, aunque sea tonto también lo debería de saber. - Mire mal a Maddie.

Traidora.

-Gracias Maddie. - Le contestó Need y me sonrió. - Vamos dime.

-Bueno, lo que pasa es que me encontré con un chico muy misterioso y me llamo Pitu y eso y ya. - Mire a Maddie para que no soltase nada típico de ella. - Nada más que contar. - La verdad no quería contarle más no estaba de muy buen humor.

-Pues que rollo.  Es más interesante mi plan...

Y ahí fue cuando Need nos repitió otra vez ese plan.

(...)

Por fin habían terminado las clases y ya estaba de vuelta en mi casa. Need decidió quedarse en la biblioteca así que estaba yo sola, caminado. Cuando llegue a la puerta de su casa. La miré y no pude aguantarme. Me asomé por la reja y no vi nada por los árboles que la rodeaban. Así que decidí saltar la valla. Y conseguí entrar en la casa la puerta estaba medio abierta y entre el suelo de madera crujía cada paso que daba. La verdad mentiría si dijera que no tenía miedo.

Subí a su habitación, estaba toda desordenada, y olía mucho a hierba. Me costaba respirar y todo. Pero decidí ignorar ese fuerte olor y empecé a rebuscar en su mesita de noche encontrándome con una caja de condones de diferentes sabores puse una mueca de asco y la cerré. Miré el armario donde me había escondido y lo abrí. Lo primero que vi fu unas cinco sudaderas de hombre, y tres pantalones, nada más no había rastro de nada sospechoso, ni rastro de la hierba que olía un montón. 

Entonces se escuchó una voz cantando parecía una niña ...

Una dulce melodía se escuchaba al lado de la habitación del chico.

Decidí ir, empecé a abrir la puerta de la habitación donde estaba empecé a dar pasos hacia donde se escuchaba la voz de la niña. Cogí el pomo cuando alguien me cogió de la muñeca, me giré rápidamente de un susto encontrándome con él. Con mi misterioso vecino.

- ¿Qué cojones haces aquí? -Preguntó él con el ceño fruncido sin soltarme la muñeca.

-Yo ... eh nada, ¿Y tú que haces aquí? - Entonces sonrió de lado.

-No sé, quizás porque es mi casa y tú me estas invadiendo mi privacidad, podría denunciarte. -Dijo él, y yo me tense.

- ¿Lo harás? - Pregunte directamente, él me miro a los ojos fijamente, con esos ojos azul verdosos.

Y debo admitir que casi me pongo a templar de lo que imponían esos ojos.

Casi una mierda, nos hemos puesto a templar.

-Depende. – Contestó con una sonrisita.

- ¿Depende de qué?

-Depende lo que hagas Pitu. - Fruncí el ceño.

- ¿A qué te refieres? Y deja de llamarme así. – Le exigí.

-Me refiero a quizás una noche loca. Tú, yo y esa cama, entonces te dejaría quedarte esta noche y todas. La verdad no sabes lo que me ponen las curiosas. Ahora mismo si quieres uno rápido ...

-Eres un puto imbécil de mierda. - Toma tres insultos seguidos. - No me voy a acostar contigo jamás en la vida, así que si me quieres denunciar adelante hazlo, y yo diré que tienes a una niña esclavizada sexualmente en esta casa.

Dije en mi propia defesa, no sabía si era verdad o no. Pero por su cambio de cara pude deducir que ese tema le molestaba.

-Mira- Dijo acercándose a mi- No has escuchado nada- Me cogió del cuello- o si no te juro que te hare tu puta vida de mierda a un peor hasta el extremo que prefieras la muerte. - Y me soltó del cuello.

Eso me asustó y mucho, pero no iba a permitir que viese mi miedo.

-No sé quién eres, pero lo que sé es que escondes algo, y yo lo voy a averiguar. - Dije con aires de superioridad. - Y me dan igual tus amenazas de niño de doce años.

-Y yo sé que tú también escondes algo que nadie más sabe. - Pero como narices sabía este que yo tenía secretos o no. - ¿Qué será? - Dijo para después sonreír. - No te voy a dejar que entres en mi vida y me jodas todo, no eres nadie, solo una niña que se aburre e intenta ligar con su vecino que está buenísimo, pero tranquila yo también voy a jugar a este juego. Voy a descubrir cosas de ti Pitu.

-Que no me llames Pitu, me llamo Keira Evans en ningún momento aparece la palabra Pitu. ¡Para de llamarme así! Y aparte no intento ligar contigo.

-Keira- se tocó la barbilla como si estaba pensando- me gusta más Pitu. - sonrió- ahora vete antes de que te quite los pantalones y te haga gemir mi nombre como una loca. - Ese comentario hizo que me pusiera muy roja, demasiado roja.

-Sería imposible.

- ¿Por?

-No sé cómo te llamas. - Dije con unas falsas esperanzas de que el me dijera su nombre de una vez.

-Vas a tener que investigar Sherlock- Dijo sonriendo de lado. - Ahora largo. - me mandó y me gire para irme.

Él no aparto la mirada de mí ya que sintió que me iba a traspasar la nuca con su mirada, así que la opción más inteligente en estos casos era huir. Baje las escaleras y me encontré en la salida a otro chico, debería ser de la edad que mi vecino, pero él era un poco más bajito que él, era rubio y tenía unos ojos marrones claros. Me dedico una sonrisa cuando pase.

-Hola- Me saludó- ¿vienes de estar con Zander?

¿Zander? ¿Quién es ese? Oh espera, es el vecino aja ya te voy ganando imbécil. A sí que Zander, voy a ver si averiguo algo más.

- ¿Qué? – Yo me hice la tonta.

-Oh cierto no dice su nombre, con Thrusell. - Apellido desbloqueado.

-Si, si he estado con él. Ahora me iba a mi casa a descansar. - Él levanto las cejas

- ¿A sí que una tarde ocupada? -Mierda ya se estaba imaginando cosas que no eran.

-No, no, soy su vecina vine para pedirle azúcar. -Que mala soy mintiendo de verdad.

-Ah lo siento, es que bueno Zander, siempre bueno- Note que se empezaba a poner nervioso.

-Bueno que sí que se trae tías para pasar el rato - Decidí cortarle y cambiar de tema - ¿Y tú eres?

-A si soy Aldrin, soy el mejor amigo de Thrusell. - Me dijo con una sonrisa- ¿Tú te llamas?

-Keira, mi nombre es Keira, Keira Evans, un placer- Le sonreí. - Bueno ahora sí, me tengo que ir bueno adiós, Aldrin.

-Adiós Keira. - Lo deje en la puerta de la casa.

Zander Thrusell, ya se más cosas de ti imbécil, voy a descubrir que escondes ahí dentro, y quién eres pase lo que pase, nadie me dice lo que tengo que hacer, y me llamo Keira, no Pitu. ¿Qué significara Pitu? No lo sé aún pero pronto lo sabré. Zander ...

CURIOSIDAD. Mi misterioso vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora